
Los jardines maternales fueron unos de los sectores más afectados durante la pandemia del COVID en Posadas. No obstante hay muchas expectativas para este año ya que la demanda es alta y el sector se recupera de a poco.
La presidente de la Asociación de Jardines Maternales de Misiones, Judith Salom, expresó a PRIMERA EDICIÓN que “por como se viene moviendo vamos a trabajar normalmente este año”.
“Hay demanda en todos los niveles, desde la sala de bebés de 45 días hasta la salita de 3 años, en materia de cupos creemos que vamos a cumplir con las expectativas y las vacantes en un 100%”, destacó.
Indicó que en caso del Jardín Maternal Campanita, que este año cumple 27 años al servicio de la comunidad en Posadas, “abre su inscripciones en noviembre así que desde esa fecha ya están todos los lugares cubiertos aunque hay una lista de espera habilitada en el caso de que algún niño deja de asistir o exista algún lugar vacante, pero generalmente somos instituciones pequeñas que no albergan muchos niños”.
“Una sala para bebés por ejemplo tiene capacidad para 10 niños, una sala de 1 años también, son muy poquitos los lugares que tenemos”, apreció.
Durante la pandemia, en la ciudad fueron dos las instituciones que cerraron definitivamente y una que se convirtió en cooperativa, mientras que las demás pudieron mantenerse a flote por el apoyo incondicional de la sociedad y del Gobierno que les brindó asistencia.
“Hubo una movida nacional muy grande en los jardines maternales y después de eso se consiguió un RePro para el personal del jardín así que eso nos ayudó bastante”, apuntó. Asimismo, señaló que una vez que se habilitó la actividad y que bajaron los casos de COVID les comenzó a ir muy bien.
“El año pasado prácticamente todo el año trabajamos con las instituciones por lo menos al 70%, la sociedad concurrió y cumplió”, manifestó. Salom manifestó que el problema que se agrava cada vez más es la baja rentabilidad que tienen los jardines maternales debido a los altos costos en materia salarial, impuestos y cargas sociales y los precios de las cuotas que están desactualizadas.
“Aumentamos las cuotas pero no lo necesario y la verdad que siempre venimos trabajando a pérdida. No logramos con los ingresos que generamos cubrir los gastos de las instituciones”, advirtió.
Precisó que en el 2019 aplicaron un aumento pero tuvieron que retrotraer a los precios de 2018, y mantuvieron esos precios durante la pandemia por una ayuda que les dio durante varios meses el Estado provincial lo que les permitió saldar deudas patronales.
“Después de la pandemia se conformó un grupo federal de jardines maternales, el promedio que se maneja siempre es de cuatro horas por jornadas, entonces estos van desde 12 mil pesos hasta 23 mil pesos, cada provincia igual en función a la situación económica que tiene lo va ajustando, pero el promedio es 10 mil pesos por cuatro horas, con lo que no llegamos a cubrir los gastos de las instituciones”, manifestó.
Salom señaló que en Posadas hay muy pocas instituciones registradas, es que de acuerdo a lo que en los registros municipales figuran 26 jardines maternales inscriptos cuando desde la Asociación contabilizaron más de 36 en actividad. “No sabemos en qué situación está su personal, su habilitación, el local o su infraestructura”, advirtió.
Reconstruir la ordenanza
La proliferación de jardines maternales no habilitados enciende las alarmas y se plantea a nivel municipal la necesidad de avanzar en la reglamentación de una ordenanza que regule esta actividad en la ciudad de Posadas.
“En pandemia ese fue un problema que creció porque al no tener los papás las escuelas abiertas, se volcaron mucho a talleres clandestinos si se quiere que trabajaban atendiendo niños, dos horas, tres horas, y eso quedó. Se abrieron nueva instituciones que están inscriptas en el Servicio Provincial de Enseñanza Privada de Misiones (SPEPM) pero que también están recibiendo niños menores de 3 años que ya sería una competencia en los maternales que es una empresa”, apuntó la presidente de la Asociación de Jardines Maternales de Misiones, Judith Salom.
Por todo esto, se encuentran trabajando en la posibilidad de reconstruir la ordenanza que regulan los jardines maternales para volver a clasificar las instituciones.
Esperanza por ley provincial de regulación

Las integrantes de la Asociación de Jardines Maternales de Misiones elaboraron un proyecto de ley para la regulación de la actividad que el año pasado obtuvo dictamen en la Cámara de Diputados. “Ahora necesitamos que se la trate”, aseveró la presidente de la entidad, Judith Salom, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Explicó que en esta ley piden dos cosas que pueden ser “la salvación”. Esto es “por un lado que se declare a los jardines maternales como actividad esencial porque trabajamos con niños muy pequeñitos desde los 45 días, que necesitan un lugar seguro y confiable, con gente capacitada. Y por otro lado pedimos ayuda porque nos estamos descapitalizando en cuestión de materiales didácticos e infraestructura”, aclaró.
Y agregó que “no llegamos a reponer el material que se echa a perder por el uso y muy poco podemos llegar a mantener las instalaciones de nuestras instituciones lo que para nosotros es gravísimo, ya que trabajamos con niños pequeños y tenemos que estar en óptimas condiciones”.
En consonancia, Rossana Charon del Jardín Piojos y Piojitos dijo que “ahora estamos muy esperanzadas en la aprobación de la ley donde básicamente solicitamos ser reconocidas como actividad esencial y que nos brinden un subsidio para aportes del personal”.
“No llegamos a cubrir todo debido a la cantidad de cuidadoras que necesitamos para brindar al niño una atención respetuosa. A pesar de pertenecer al rubro comercio, los maternales necesitamos mucho más personal”, dijo.