
En lo que respecta al acceso a la información y los métodos de aprendizaje, el cambio de paradigma es notorio: los nativos digitales ya están en las universidades.
Las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) forman parte de una caja de herramientas indispensable al momento de indagar, buscar recursos y contenido para estudiar o abordar un tema.
“Cuando hablamos del uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, es fundamental entender que se las utiliza para posibilitar la emisión de información y el acceso a los contenidos, además tiene que ver con su tratamiento”, indicó Myrian Baez, licenciada en psicopedagogía y docente universitaria, en comunicación con PRIMERA EDICIÓN.
La implementación de estos recursos “vino para quedarse” y evoluciona “a pasos agigantados”. Myrian insistió en que, como profesionales de la educación, deben estar en constante formación para fortalecer sus metodologías de trabajo.
En pocas palabras, “son medios que complementan a la educación, complementan al proceso de enseñanza y aprendizaje”.
Opinión profesional
Los dispositivos y programas que se utilizan actualmente (tablets, celulares, notebooks, aplicaciones, redes sociales) son manejados por los jóvenes sin mayores inconvenientes. Generalmente, a lo primero que recurren para buscar información es a internet.
Sin embargo, desde el punto de vista de educadora, Myrian explicó: “una cosa es enseñar habilidades para el uso de las TIC, otra es entender qué hacen los chicos con lo que aprenden, si existe reflexión sobre lo que leen”. Justamente, de eso se trata el pilar de la educación, que “aprendamos a comprender y a resolver problemas”.
En este orden, cabe aclarar que “todo lo relacionado a tecnología puede ser tomado de manera positiva por el docente a la hora de guiar en el aprendizaje”.
Sobre las ventajas que garantizan los nuevos métodos, la psicopedagoga mencionó que, además de las bibliotecas tradicionales que siguen siendo útiles, “existen excelentes repositorios digitales y plataformas sumamente recomendables”. A modo de ejemplo, una de ellas es el ‘Google Académico”, para trabajar artículos universitarios o de posgrado. Se trata de bibliografía disponible y gratuita a la que se puede acceder libremente. “Conozco jóvenes leen mayormente desde las pantallas”, agregó.
Según la docente, “para el grupo de estudiantes que llega a nuestras aulas hoy en día ya no resultan indispensables los elementos tradicionales”, para el registro o la producción de contenido.
Cambio en los modos de aprendizaje: el impacto en la pandemia
Desde la mirada profesional, “todo lo que tenga que ver con la modalidad de aprendizaje de cada estudiante, tiene modificaciones a partir del uso tecnológico”.
“Nosotros como pedagogos hablamos de las modalidades de aprendizaje que tienen que ver con las fortalezas en lo visual, en lo auditivo. Muchos de los estudiantes con los que trabajamos hoy tienen ese punto de partida, y esas habilidades se construyen y se fortalecen a lo largo del tiempo con las experiencias”, detalló.
Aun contando con las ‘bondades’ que ofrece la tecnología, es importante orientar a los jóvenes a que exploren “el mundo de las oportunidades”. Esto implica brindarles herramientas para que “indaguen, investiguen, innoven”, más allá de las pantallas. Así, incorporar conocimientos a partir de diversos mecanismos se vuelve un ejercicio efectivo: “el aprendizaje de hoy tiene que ser tratado de múltiples modos”.
No es novedad que durante la pandemia se intensificó el uso de las TIC. Estudiantes, docentes y hasta padres se vieron obligados a adentrarse en el universo virtual y la volatilidad. “Esto tiene que ver con una cuestión de supervivencia educativa y pedagógica”, puntualizó Myrian y agregó: “si hay algo que rescato de esa etapa son las posibilidades de aprender o re-aprender que surgieron para los profesores y las familias”. Si bien el ‘uso de las TIC’ hace bastante tiempo conforma propuestas y objetivos a nivel educacional, la pandemia aceleró su adaptación. “Nuestra presencialidad virtual estuvo mediada por todos estos elementos“, sintetizó.
Respecto a los estudiantes que por diversos motivos no pudieron acceder a estas metodologías, la docente aclaró que “hoy se está trabajando mucho en su re-vinculación. Es fundamental hablar de conectividad para evitar expandir la brecha que ya existe”.
Desventajas: que las posibilidades no se vuelvan un obstáculo
La especialista remarcó que lo importante es la “autorregulación”. El uso responsable y medido de las tecnologías garantizará utilidad. De lo contrario, “cuando la persona no es capaz de gestionar la cantidad de tiempo que dedica a su utilización, más que un posibilitador, estos elementos se vuelven una barrera para el aprendizaje”.
Vivimos envueltos en una “sobreestimulación cognitiva y mental”, que generalmente puede derivar en “desconcentración, ansiedad y atención dividida”. Puntualizó que esta saturación afecta a niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Para mayor organización y uso responsable, “hay que saber distinguir las prioridades de las cuestiones secundarias que pueden esperar”.
La experiencia desde el estudiante universitario
Páginas, repositorios digitales, tutoriales, aplicaciones, programas de trabajo y un sinfín de opciones son elegidas por jóvenes a la hora de investigar o reforzar sus estudios.
“Yo creo que actualmente las TIC son indispensables. Más allá de que se encuentra información en los libros, a veces por una cuestión de tiempo, es más rápido buscar en internet, lo mismo cuando no tenés un libro que pidieron, pero lo encontrás digitalizado en PDF”, contó a PRIMERA EDICIÓN Carla Frutos, quien es estudiante de la Licenciatura en Genética.
A su vez, comentó que los videos son de gran ayuda en ciertas ocasiones: “cuando ya leí en los libros y apuntes, pero sigo sin entender completamente un tema, recurro a los tutoriales en los que algún profesional explica con mayor detalle”.
Además del uso constante del correo electrónico, el Google Meet para las clases y el aula virtual, Carla reveló que en algunas materias incluso utilizan aplicaciones para graficar o trabajar ciertos tópicos.
“Por ejemplo, en la materia ‘Química Orgánica’ nos facilitaron una app, ‘Chemsketch’, que sirve para ayudar a armar las moléculas; una vez que están definidas, te facilita el nombre y toda la información relacionada a esa molécula”, precisó.
En este marco, agregó que en el área de ‘Bioestadística’ también utilizan otras aplicaciones o programas que les permite hacer tablas, gráficos y diagramar. “Incluso algunas Apps, como ‘R’, son complejas de entender si no se tiene cierta base de programación, por ejemplo. En esos casos, el docente prepara un tutorial explicando cómo utilizarlo y nos lo envía, para que podamos aplicarlo”.
Consultada acerca de las desventajas que podría implicar el uso de las TIC, la joven opinó que “si bien es un punto a favor, por ejemplo, buscar en internet y encontrar el contenido necesario”, a veces leer directamente desde el libro físico y los apuntes “permite estudiar el tema a consciencia y entender el contexto”, es decir, “además de encontrar las respuestas que buscabas, te aclarás varias dudas y adquirís mayor información”.