El antiguo Maestro Adi Sankara enseñaba que la verdad original se encuentra en lo más profundo de uno mismo. También está en la vida de cada día, pero hay que saber hallarla, como nos explicaba el Dr. Miguel Fraile, Médico, Psicoanalista y Profesor de yoga, con estas palabras: Nuestro acercamiento pleno al ser total que en realidad somos, debe pasar por el conocimiento y comprensión de nosotros mismos en todos los niveles.
La labor es ardua y los resultados son progresivos. Poco a poco, de forma gradual, vamos iluminando el ser, aproximándonos a nosotros mismos. La existencia va alcanzando un centro de referencia pleno, totalizador, más allá del simple equilibrio cotidiano, porque la armonía psíquica no se limita al nivel psicológico sino que lo abarca y lo amplía, acercándonos a esa totalidad que somos en cada instante. Todo está y es en cada momento y ese todo se asimila al concepto de dicha.
El resultado final de este progresivo acercamiento interior será la persona liberada, entendiendo la liberación en el sentido que tiene el samadhi en el camino avanzado del Yoga, que requiere un trabajo constante.
Entonces recordemos que el primer paso consiste en suprimir la mentira y vivir en la verdad: al hablar, al relacionarnos, al convivir. Digamos siempre la verdad, sin engaños, sin temores, mostrándonos tal y como somos, tal y como sentimos, con todas nuestras miserias y grandezas.
Una vez realizado este primer paso insalvable, la verdad muestra su gran poder benéfico: ya hemos dejado de ser máscaras sociales, representaciones socialmente aceptables de lo que deberíamos ser, de lo que los demás quieren que seamos, para convertirnos en lo que verdaderamente somos, porque la búsqueda interior es la más completa de las posibilidades que admite la vida. Y aquí nos advertía el Dr. Fraile que en todo momento se trata de responsabilidad y de experiencias, no de abstracciones.
También los actuales maestros nos dicen que todas las técnicas del Yoga culminan en la meditación, la experiencia de unidad con uno mismo: “Cuando la superficie de un lago está en calma puedes ver el fondo, pero es imposible verlo cuando las olas la agitan. De igual forma, cuando la mente está en calma, sin deseos ni ondas de pensamiento, puedes ver tu Ser y eso se llama Yoga”. Namasté.