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En la Argentina, aproximadamente 2,2 millones de personas compran todos los años un auto 0KM o un usado.
Pero, la inversión en un vehículo trae consigo no sólo la realización de un sinfín de trámites burocráticos sino también la obligación de pagar altas sumas de dinero en concepto de impuestos.
En la actualidad, el mercado automotor argentino podría encontrarse en el centro de la escena debido a dos factores clave: el primero tiene que ver con el cierre final del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que otorga cierta estabilidad a nuestra macroeconomía y un panorama con cierta previsibilidad.
La segunda, con el precio récord a nivel internacional de los commodities, lo cual permitiría inundar la plaza con dólares de la liquidación de los exportadores empujando a este rubro a mejorar sus ventas en el mercado interno.
Estos dos principales disparadores impulsarían al mercado de autos para que finalmente pueda repuntar después del “sudden stop” o, en palabras sencillas, el “frenazo” que dejó los meses de pandemia del año anterior. Claro que la adquisición de un auto no sólo dependerá de la capacidad adquisitiva, sino también de otros factores.
Según la Asociación de Concesionario de Automotores de la República Argentina (ACARA), la actual restricción a las importaciones sería el principal detonante de la escasez de vehículos.
Los últimos datos visibilizaron que el patentamiento en el 2021 sufrió una caída del 49% con respecto a los mismos meses de los últimos 15 años.
Dicha situación no es una novedad si tomamos en cuenta que entre el 2014 y 2015 sucedió una situación similar ante la falta de stock y trabas a las importaciones (vehículos y partes).
Por ejemplo, una Ford Ranger 0km en 2020 se compraba en $6.645.600 mientras que el mismo vehículo usado se conseguía a $5.304.000, generando así una brecha del 25%.
Altos impuestos
El aspecto impositivo es una situación compleja en Argentina ya que el auto antes de salir a la calle posee gravámenes.
Según la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), el 54,8% del precio del auto se lo queda el fisco (IVA 21%, IIBB 9.3%, Contribuciones Patronales y ART 7,69%, Ganancias 4,5%, Tasa municipal 2,76%, Impuestos DBCR 2,76%, Impuesto a los Sellos, inmobiliarios 2,48%, Impuesto a las participaciones Societarias 0, 34% y otros aranceles como IIBB provinciales y las tasas de seguridad e higiene que son de 4,15%).
En países como Brasil es del 30,4% y Estados Unidos es del 7,5%. En el segmento de los autos importados en algunos de los casos los impuestos se llevan el 70% del valor de un vehículo de alta gama.
Los más vendidos
Desde el punto de vista de la comercialización, al tope de los 10 autos más usados en el mercado automotriz argentino lo encabezan el VW Gol y Trend con 9.879 unidades, mientras que en el último puesto tenemos al Ford KA con 3.114 unidades vendidas.
La provincias donde más se comercializaron en 2021 los 10 autos más vendidos del país son: Buenos Aires (38,03%), Córdoba (11,71%), CABA (9,76%), Santa Fe (9,66%), Mendoza (5%) y Entre Ríos (4,42%).
La mayor cantidad de transferencias se dieron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con un 40,44% en 2021 con respecto al año anterior. Le siguieron Tierra del Fuego con 31,42%, La Rioja con 30,96 % y Jujuy con 29, 77%.
Transferencia
La transferencia de un auto se encuentra plagada de trámites burocráticos, costos y tiempo.
Se calcula que, entre el pago de aranceles, impuestos, y gastos requeridos para el cambio de titularidad se termina pagando alrededor del 6% del valor del vehículo.
Por ejemplo, para la transferencia de un monto de $2.000.000, se estaría abonando unos $120.000 por todos los trámites que implican hacer un simple traspaso de titularidad (precio promedio de un usado que no superó los 4 años).
Los 13 trámites necesarios para comprar un auto usado
La travesía por la que tienen que pasar los compradores de autos usados implican 13 trámites, entre los cuales están la necesidad de:
• informe de dominio histórico
• informe de infracciones
• patentes
• pago de sellado
• Cero 8
• Cero 2
• firma de un escribano
• Oblea GNC
• Turnero de Registros
• Grabado de cristales y autopartes
• VPA
• VTV
• Formulario CETA
Comprar y vender un auto no es sólo un simple pase de dinero y llaves para las partes. Es un trámite burocrático e impositivo infernal.
“En conclusión, a pesar de ciertos guiños del Gobierno nacional con la Ley de movilidad sustentable o electro-movilidad y la Ley de promoción de inversiones automotrices (a la espera de su aprobación en el Congreso), la llegada del acuerdo con el FMI y una balanza comercial que ‘empuje con más dólares’ el mercado automotriz, puede que sea insuficiente si aún continúan los cuellos de botella ante la escasez mundial de semiconductores y la demora global de containers que generan atrasos en las fábricas en la cadena de producción y comercialización”, señala Damián Di Pace de la consultora Focus Market.
“Si a esto le sumamos nuestra propia restricción nacional llena de trámites, documentación y carga tributaria exorbitante hace que si una persona quisiera elegir tener un 0km o un auto usado como forma de refugio de valor ante algún ahorro en dólares sea una decisión que hay que pensarla muy bien porque el Estado argentino lo sobrecarga con más de la mitad de su valor en impuestos y con 13 trámites burocráticos para sacarle las ganas, la paciencia y mucho dinero a cualquiera que apueste a este bien durable”, completó el periodista especializado en Economía.