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Días atrás se armó una movida solidaria para que un adolescente de 15 años pueda cumplir un último sueño: escuchar sonar su instrumento preferido, el acordeón. El voluntario que “levantó la mano” fue nada más y nada menos que Chango Spasiuk, misionero él y reconocido a nivel mundial por su música.
“Necesitamos algún voluntario que toqué el acordeón para un paciente de 15 años en el Garrahan al que le realizan cuidados paliativos”, rezaba el pedido que rápidamente se hizo viral y llegó al artista.
Blas, quien padece cáncer y no pudo volver a tocar su acordeón, cumplió uno de sus últimos sueños días atrás cuando fue deleitado por el músico. La humildad y el amor llenaron los pasillos del Garrahan.
“Gracias querido @changospasiuk por tu solidaridad, por tu cariño, por tu compromiso y, sobre todo, por tu música. Hoy pudimos cumplir el sueño de Blas. Gracias por los miles de mensajes recibidos ofreciendo ayuda y difusión. Hoy, más que nunca, compartan esta foto para agradecer al Chango y hacer sonar su acordeón por todo el país. Que viva la música que sana”, destacó una publicación de Centro Artístico Solidario Argentino (CASA) junto a una foto de Chango Spasiuk en las afueras del hospital para niños.
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El artista misionero respondió la publicación con un: “Gracias a ustedes y todo el equipo del @hospitalgarrahan”. Las respuestas de agradecimientos se multiplicaron en todas las redes sociales.
Sin embargo, no fue la única visita del acordeonista al Garrahan, ya que en los últimos días volvió al nosocomio para tocar para una niña correntina. A puro sapucay, Tiara disfrutó de las melodías en su habitación.