El 23 de marzo de cada año se celebra el Día Mundial de la Rehabilitación Motriz que tiene como objetivo destacar la necesidad de que las personas que presentan alguna discapacidad (permanente o transitoria) puedan tener acceso a tecnologías de diagnóstico y tratamiento eficaces sin distinción de sexo, raza o estatus social.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la discapacidad es un término general que abarca deficiencias, limitaciones de la actividad y restricciones de la participación; estas deficiencias son un problema que afecta a una estructura o función corporal; las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas, y restricciones para la participación.
La rehabilitación se define como un proceso de duración limitada y con un objetivo definido, encaminado a permitir que una persona con capacidades diferentes alcance el mayor potencial físico, psicológico, social, laboral y educacional.
Puede comprender medidas encaminadas a compensar la pérdida de una función o una limitación funcional y busca que los pacientes que asisten a la misma puedan obtener el máximo nivel de independencia.
Se estima que en el mundo existen más de mil millones de personas que presentan algún tipo de discapacidad motriz, lo que equivale al 15% de la población mundial.