El martes el Observatorio Nacional Mumalá presentó su informe “5 años de femicidios, femicidios vinculados y trans travesticidios”, un balance realizado del 2017 al 2021 que arrojó datos alarmantes relacionados a la violencia de género. Uno de ellos que 1.439 niños y niñas se quedaron sin madre a raíz de los femicidios, siendo el 52% de todas las víctimas mamás o gestantes.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones la vocera nacional de organización, Victoria Aguirre explicó, “es muy difícil porque atrás de estos números que parecen fríos, hablamos de personas y familias que quedan totalmente vulneradas por esta situación”.
Si bien, según el informe, desde el 2017 hasta el año pasado la cantidad de femicidios a nivel general ha tenido un leve descenso pasando de 261 hace cinco años a 189 el año pasado, el número en promedio de estos años sigue siendo alto con 1.343 femicidios, es decir uno cada 33 horas.
Ante esto, “preocupa la falta de políticas activas para terminar con esto, como por ejemplo una red interdisciplinaria de psicólogos, abogados y trabajadores sociales que acompañen a las personas que sufrieron esta situación”, afirmó,
Por otro lado, “desde nuestra organización le seguimos exigiendo datos oficiales al Estado sobre las violencias de género, algo que no hay y terminamos haciendo nosotras mismas”, indicó.
Cifras alarmantes
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Los números recabados revelaron que en primer lugar un 67% de los femicidios fueron perpetrados por parejas o exparejas de la víctima. Asimismo, un 64% se llevaron a cabo en la vivienda de la misma.
En cuanto al promedio de edad de las víctimas es de 36 años, un número que se sostiene en el tiempo, “la mayor cantidad de femicidios ocurre a mujeres de 19 a 40 años, el promedio se sostiene entre los 36 y 38 años. Son personas muy jóvenes en donde la vida se les arrebata a manos de violencia machista”, manifestó la vocera.
Por otro lado, un 9% de los femicidios registrados, se dieron por parte de algún miembro de la fuerza de seguridad; y un 29% de todos los casos en los que se le disparó a la víctima, fue con un arma reglamentaria, “algo que resulta preocupante en materia de prevención porque cuando el femicida pertenece a la fuerza, es muy difícil para la persona animarse a denunciar y luego que esa denuncia efectivamente sea tomada en cuenta y no cajoneada”, explicó.
En ese sentido, se constató que, en estos cinco años, el número de víctimas de femicidio que había realizado una denuncia nunca superó el 25%; y de todas las que sí lo hicieron, sólo el 1% recibió el botón antipánico.
Intentos de femicidio
Una de las cifras que fue especialmente en aumento a partir de la pandemia que, en mucho casos propició una convivencia con el agresor, son los casos de intento de femicidio. “En 2020 comenzamos a registrar muchos casos de intento de femicidio, es decir, casos de violencia extrema donde no ocurre la muerte porque el agresor entendió que mató a la persona, paró y ésta sobrevivió; o porque alguien se interpuso para evitar esa muerte.
“Es así que, sólo en la franja del 2020 al 2021 ocurrieron 528 intentos de femicidio: un número que se presume mucho más alto ya que, en muchos casos, no hay una denuncia de por medio. Es así que en el 52% de los casos de intento de femicidio no se concretó el asesinato ya que una tercera persona intercedió en el hecho”, afirmó Aguirre, reafirmando la importancia de intervenir.