El Gobierno finalmente abrochó ayer lo que buscó con afán y no sin costos políticos desde que se constituyó en el poder de turno.
Con la aprobación del nuevo programa financiero con la Argentina, el Fondo Monetario Internacional confirmó la refinanciación del crédito Stand By de 2018, por 45.000 millones de dólares que tomó Mauricio Macri cuando era mandatario. Y si bien el organismo gira fondos para cubrir los 2.800 millones de dólares de vencimientos con el FMI de la semana próxima, tras anunciar la aprobación deslizó sus propios temores respecto de la sensibilidad del país.
El Fondo alertó que el programa cuenta con “riesgos excepcionalmente altos” y anticipó que podría necesitar “recalibraciones tempranas”, para recalcular metas y objetivos.
La estructura económica argentina carece de fundamentos sólidos y eso también cuenta de cara al futuro.