Cada 30 de marzo, desde hace cinco años, se conmemora el Día Mundial del Trastorno Bipolar, que afecta al 1% de la población y que es la sexta causa principal de discapacidad en el mundo.
La efeméride fue proclamada en 2017 por la Sociedad Internacional de Trastornos Bipolares (ISBD) y la fecha fue elegida en coincidencia con el día del nacimiento de Vincent Van Gogh, el famoso pintor que fue póstumamente diagnosticado con este trastorno.
Vincent Willem van Gogh nació en Zundert (Países Bajos) el 30 de marzo de 1853. Pintó alrededor de 900 cuadros, de los cuales 27 son autorretratos, y 1.600 dibujos. Dejó los estudios a los quince años y empezó a trabajar como aprendiz en una galería de arte en La Haya. También fue librero y minero. En 1880 ingresó a la Academia de Bellas Artes en Bruselas. En 1886 conoció a Paul Gauguin y en 1888 vivieron juntos en una casa en Arles (Francia). Tras una pelea entre ambos, Vincent se cortó el lóbulo de la oreja derecha. En 1890 pintó varios autorretratos donde consta su mutilación. Falleció el 29 de julio de 1890. |
Claro que no es el único personaje famoso afectado por este mal: Mariah Carey, Mel Gibson, Mike Tyson, Catherine Zeta Jones, Jimi Hendrix, Edgar Allan Poe, Ernest Hemingway, Frank Sinatra y Lady Di también sufren o sufrieron trastorno bipolar y -algunos más que otros- pudieron llevar una vida más o menos normal.
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¿De qué se trata?
El trastorno bipolar es una enfermedad mental que produce cambios abruptos de temperamento, pasando de una terrible depresión a un alto nivel de optimismo. Uno de los errores más frecuentes es que se piensa en la bipolaridad para referir a alguien voluble, y no es así. La alternancia de episodios anímicos suele ocurrir con una fluctuación de varios días, semanas e incluso meses, no de un momento a otro, como popularmente se cree.
En los últimos años se ha puesto de moda el término bipolar, pero la mayoría de las veces no se aplica de manera correcta, es decir, como una patología.
El trastorno bipolar es multifactorial y tiene un componente genético importante, habiéndose documentado una vulnerabilidad mayor en familias con antecedentes de esta enfermedad u otras condiciones psiquiátricas.
Esta enfermedad afecta a ambos géneros por igual, aunque generalmente las mujeres suelen desarrollar los síntomas mucho más rápido, así como tener mayor número de episodios emocionales. En el caso de la depresión en niños o adolescentes, este podría ser un síntoma de inicio del trastorno, pero no siempre es el caso.
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Aproximadamente 140 millones de personas en el mundo padecen trastorno bipolar; es una de las principales enfermedades que causan discapacidad y es la menos entendida. Suele aparecer por primera vez alrededor de los 25 años.
Las cifras internacionales son inquietantes ya que a lo largo de su vida, los pacientes bipolares pasan un promedio de 125 meses enfermos; pierden hasta catorce años de vida productiva; la mitad de los afectados no alcanza un adecuado estatus laboral; entre un 25 y un 50 por ciento de ellos intenta quitarse la vida al menos una vez; y uno de cada cinco de ellos lo consigue, como en el caso del mismo Van Gogh.
Las mujeres bipolares presentan mayor porcentaje de intentos de suicidio, pero los hombres lo consuman con mayor frecuencia.
¿Hay tratamiento?
El tratamiento para este tipo de trastorno debe ser personalizado, no existe un remedio o tratamiento único para todas las personas que lo padecen. El tratamiento ayuda a muchos pacientes, incluso a aquellos con las formas más graves de trastorno bipolar. Los médicos tratan el trastorno con medicamentos, psicoterapia o una combinación.
Los tipos más comunes de medicamentos que recetan los médicos incluyen estabilizadores del estado de ánimo y antipsicóticos atípicos. Los estabilizadores del estado de ánimo, como el litio, pueden ayudar a evitar episodios anímicos o reducir su gravedad si ocurren. El litio también disminuye el riesgo de suicidio. A veces, además de los estabilizadores del estado de ánimo, se agregan otros medicamentos al plan de tratamiento para ayudar a controlar los problemas del sueño o la ansiedad.
Vivir con el trastorno bipolar puede ser un desafío, pero hay cosas que se pueden hacer para que sea más fácil. La recuperación lleva tiempo, pero el tratamiento es la mejor manera de comenzar a sentirse mejor. Por eso recomiendan acudir a las citas médicas y terapéuticas, hablar con el médico sobre las opciones de tratamiento y tomar todos los medicamentos según las indicaciones.
Fuente: El Telégrafo