El 30 de marzo de 1982 se realizaba la primera manifestación popular contra el último gobierno de facto en Argentina. Un muerto, múltiples heridos y más de 2.000 detenidos fue su saldo.
Se trató de la demostración contraria a la dictadura más importante antes de la guerra de Malvinas, que comenzaría apenas dos días más tarde.
La Confederación General del Trabajo (CGT), que por ese entonces lideraba Saúl Ubaldini, llamada Azopardo (en oposición a la que encamaba Jorge Triaca, mentada como Brasil), convocó a una movilización a Plaza de Mayo.
Una gran cantidad de efectivos policiales cercaron los accesos al paseo. Desde temprano los comercios de la zona céntrica cerraron sus cortinas y el clima iba tornándose cada vez más pesado.
Finalmente, aunque el objetivo final, la Plaza de Mayo, jamás pudo ser alcanzado, una notable participación de todo tipo de personas -desde los convocados por la CGT hasta simples transeúntes- demostró sin tapujos la tendencia contraria a la dictadura.
Tres días más tarde, después de la represión, esa misma plaza se vio desbordada por una multitud que aclamó a quienes pocas horas antes habían repudiado: la toma de Malvinas había ocurrido. Pero la dictadura entraba en su fase final…