“La guerra contra la inflación la van ganando los precios”. Se puede decir más fuerte, pero no más claro. El diagnóstico pertenece a la economista de la Universidad del CEMA, Diana Mondino, quien consideró ayer que “hasta ahora no hay nada que indique que los valores puedan dejar de subir”.
En coincidencia con otras consultoras, la especialista considera que, lejos de los discursos de barricada del sector político, la explicación principal de la inflación es el gasto público.
“El Gobierno emite más y más dinero, pero no hay más producción, por lo que no hay más cosas para comprar, es decir, que hay más billetes para comprar la misma cantidad de cosas que antes”, describió.
Y lo más grave es que se trata del mismo Gobierno que declaró la lucha contra la inflación el que en realidad la alimenta, ya que “es difícil que pueda aumentar la producción cuando se ponen prohibiciones, regulaciones o precios máximos”.
En ese mismo marco, las restricciones para importar pone en jaque a un sector tan sensible para la economía del día a día como es el transporte de cargas: tal y como informaba ayer este Diario, los precios de neumáticos y repuestos se fueron por las nubes ante la falta de oferta, y eso sumado a la “actualización de precios” de los combustibles, y al aumento de tarifas de energía, provoca que se encarezca toda la cadena de producción y distribución.
El resultado, una “olla a presión” que más pronto que tarde “explotará” donde siempre: en los bolsillos del argentino “de a pie”.
Como le ocurrió al país en otros campos de batalla, reales o figurados, se camina permanentemente sobre un terreno embarrado del que costará salir. Lo cierto es que las causas no responden a una sola gestión, la actual, sino que vienen de atrás; y de la misma manera, las soluciones tampoco podrán llegar de golpe, por arte de magia o con alternativas “mesiánicas” que se empezaron a poner sobre el tapete.
El primer paso, en todo caso, será simplemente hacer pie. Porque, como remarcó Mondino, “ningún país del mundo ha solucionado completamente la pobreza o logró evitar totalmente las recesiones, pero tienen herramientas para aliviarla. Nosotros, en cambio, lo que hacemos es empeorarla”.