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La proximidad de las Chacra 55 y 56 con la Estación de Transferencia Quaranta y la Terminal de Ómnibus la sitúan en un lugar de mucho tránsito durante todo el día, algo que no representa una novedad, pero sí lo es el aumento de los casos de arrebatos en la vía pública y robos en las casas que denuncian los vecinos y que, según afirman, vienen ocurriendo con mayor frecuencia en los últimos meses.
Pidieron mayor presencia policial, mejoras en el alumbrado público ya que hay muchos artefactos sin funcionar en varias cuadras y plazoleta, como así también que se ordene el delicado tema de las trabajadoras sexuales que ofrecen sus servicios en la zona y están generando conflictos.
El último viernes fue el turno de los vecinos de la Chacra 55, quienes compartieron una reunión con integrantes del foro de seguridad y representantes de la Policía de Misiones, donde se abordaron distintos temas, pero sobre todo la situación del barrio Alta Gracia en esa zona en particular.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, uno de los vecinos, Gustavo González, explicó que “este tipo de reuniones sirve porque nos permite visibilizar la problemática, pero acá hay una realidad, que somos muchos los que padecemos la inseguridad y pocos los que en definitiva terminan haciendo la denuncia cuando sufren un robo porque casi nunca se resuelve nada. El tema es que así como vamos, esto se está repitiendo cada vez más seguido y no vemos que haya más control de la policía o que atrapen a alguien robando, ni siquiera con las imágenes de las cámaras particulares”.
Siguió detallando que “para nosotros en las chacras 55 y 56, que son grandes, compartimos los mismos problemas porque se forma como un amplio corredor por la avenida Tomás Guido y las calles internas que se asfaltaron. Hay mucha gente que camina, hace gimnasia o anda en bici pero los motochorros cada vez son más, se acercan, les arrebatan celulares o bolsos y listo, no se los alcanza más, es como si fuera tierra de nadie”. Una nueva reunión estaba programada para ayer por la noche con la presencia de autoridades de Acceso a la Justicia y también de Derechos Humanos.
Otra vecina, que prefirió mantener su nombre en reserva, apuntó que “vivo acá desde que esto era de tierra pero se podía dejar la puerta abierta sin problemas. Ahora en pleno día pasan y al ratito vuelven, golpean las manos y si no sale nadie entran sin problemas, fuerzan las puertas o ventanas y se llevan lo que hay a mano” .
“La zona roja” de Posadas
Otro de los temas expuestos por los vecinos de las chacras 55 y 56 estuvo referido a los inconvenientes que generan las trabajadoras sexuales que ofrecen sus servicios en la “zona roja”, en cercanía de la Terminal de Ómnibus.
“Con la habilitación de la avenida Santa Catalina como mano única se disparó otro problema, el de las trabajadoras sexuales que se ubicaban allí o sobre Santa Cruz. Sus clientes o potenciales clientes se meten con sus autos a contramano o bien adentro del barrio, para no hacer todo el rodeo con el peligro que eso genera”, expusieron los vecinos.
Pero no todo termina allí, porque “están ocurriendo peleas de las trabajadoras que se van metiendo al barrio. Parece de película pero a veces despertamos a la madrugada exaltados por los ruidos de las peleas de los travestis o trabajadoras sexuales algo que se da cada vez más seguido. Exigimos más control policial”.
“Propician las bicisendas pero de noche hay lugares muy oscuros”
José es el padre de dos adolescentes que practican deportes y además utilizaban la bicicleta como medio de transporte.
En el último mes, José optó que sus hijos vuelvan a emplear el colectivo para trasladarse a estudiar debido a que ambos, al regresar en una oportunidad a su casa fueron cerrados por una moto y sus dos integrantes e intentaron, a la fuerza, robarles la mochila y el celular, cosa que no pudieron concretar por el accionar circunstancial de dos vecinos que estaban tomando mate y salieron a defenderlos.
“Es una pena porque le compré la bicicleta para el más chico en diciembre último, el otro ya tenía. Venían bien, estaban felices porque la Municipalidad habilitó la bicisenda pero les pasó eso cuando estaban regresando a la tardecita a casa y ya estaba oscureciendo”, remarcó José.
Agregó que “de noche no los dejaba salir con la bici porque hay lugares de la Tomás Guidos que la bicisenda pasa por lugares completamente oscuros y entonces son peligrosos, cualquiera se esconde allí y te pega un manotazo”.
Ismael Torres, ciclista, opinó que “está buenísima la bicisenda de la Tomás Guido porque se puede llegar hasta casi El Brete, pero hay que hacerla de día porque de noche es un peligro, muy oscura, en especial en el tramo cerca de Santa Cruz. Al principio cambiaron algunas luminarias hasta cerca del Cementerio y desde el Centro pero después dejaron todo así”.
Apuntó Torres que “es linda la bicisenda por un lado porque hay gente que hace gimnasia pero hay que ir muy atentos a que no te roben y a la poca iluminación en lugares puntuales. Hay farolas completamente rotas que no funcionan y eso pone en peligro a ciclistas y peatones”.