
La Asociación de Personal Argentino de Yacyretá (APAY) envió una nota al director ejecutivo de la Entidad, el formoseño Fernando de Vido, notificando del comienzo de medidas de fuerza por la negativa de retrotraer los despidos masivos y sin causa llevados adelante desde el 1º de abril.
En Posadas comenzarían las medidas de fuerza desde el lunes 11. En tanto, en Ituzaingó comenzaron desde ayer, cuatro horas de paro por día, durante ocho días, con la modalidad de dos horas a la mañana a otras dos por la tarde.
Desde la conducción de la EBY no dieron ninguna respuesta positiva al pedido de frenar los despidos, solamente pidieron al gremio mantener el diálogo y prometieron una reunión sin fecha para el futuro. El gremio señaló que no se puede mantener la calma cuando hay afiliados “con el telegrama de despido en la mano”.
Para colmo, a los 24 despidos publicados ayer por PRIMERA EDICIÓN se sumaron otros nuevos. En total serían más de 40 y el número seguiría creciendo. “Cada día aparecen nuevos telegramas”, informó un empleado de mucha antigüedad.
No hay causales ni motivos informados en los telegramas, solamente se apunta contra los empleados que fueron incorporados a la Entidad con la gestión del PRO (Humberto Schiavoni 2016/17, y Martín Goerling 2017/2020) y la gestión de Ignacio Barrios Arrechea, entre 2020 y 2021.
Por esta razón se considera claramente que hay una persecución política en todo este accionar.
El caso de Barrios Arrechea es muy particular porque fue designado por el presidente Alberto Fernández, asumiendo en medio de versiones que daban cuenta de un firme apoyo de Máximo Kirchner y la vicepresidenta Cristina Fernández. Sin embargo, no llegó a dos años de funciones y fue despedido en medio de acusaciones que lo vinculaban a Juntos por el Cambio, por el pasado radical de su padre, el exgobernador “Cacho” Barrios Arrechea.
“Ante la desazón y preocupación de la totalidad de los afiliados de las sedes de la Entidad Binacional representados en esta asociación sindical, se resolvió unánimemente en sendas asambleas de afiliados continuar con las medidas de acción gremial dispuestas por el congreso de delegados”, remarcó el gremio escrito enviado a De Vido el miércoles 6.
En la misma nota le reiteró al Director Ejecutivo “la solicitud por parte de este sindicato del cese de despidos indiscriminados y reconsideración de los despidos efectivizar los en los últimos días por considerar una falta de respeto al no mediar ningún tipo de comunicación previa que en el marco de las relaciones laborales deben considerarse cuidadosamente”.
El gremio también advierte que es contradictorio que la EBY se encuentre despidiendo personas en un momento de crisis económica nacional y donde el Ministerio de Economía de la Nación, órgano del cual depende la EBY, se encuentre desarrollando políticas públicas para, justamente, evitar despidos y generar nuevos puestos de empleo.
La polémica no tendría un final inmediato ya que, en caso de no volver atrás con los despidos, los afectados estarán en condiciones de iniciar acciones judiciales y obtener jugosas sumas de dinero, teniendo en cuenta que rige un decreto nacional que prohíbe los despidos y establece la doble indemnización.
“No es fácil para nosotros comprender la propuesta de la Dirección Ejecutiva planteada en nota respuesta respecto de mantener un clima de diálogo permanente mientras intentamos a toda costa tranquilizar a nuestros afiliados en las oficinas de APAY con su telegrama de despido en la mano”, culmina el gremio.
Un estilo diferente
En los últimos 20 años, con varios directores que pasaron por la administración de la EBY y varios gobiernos nacionales de diferente signo político, es la primera vez que se observa una clara y deliberaba “persecución política” contra los empleados ingresados en la gestión anterior.
Los que están recibiendo ahora los telegramas de despido ingresaron mediante contactos políticos con el PRO o con Barrios Arrechea, como ocurre en la mayoría de los casos, pero eso no quita que sean trabajadores que cumplen funciones.
En caso que estuvieran cobrando sin cumplir funciones (ñoquis) y existiera un motivo justificado para el despido, no se hubiera generado la polémica pero llama la atención el estilo confrontativo y revanchista del formoseño.
Incluso trascendió que la diputada nacional Cristina Brítez, que tenía influencias en la EBY durante la gestión de Barrios Arrechea, ha perdido poder al igual que varios de sus seguidores de La Cámpora que fueron contratados. Al que le fue bien es a Gonzalo Costa de Arguibel, dirigente peronista que fue nombrado recientemente como encargado del sector Automotores.

Recortes en todas las áreas
El miércoles se produjo una masiva protesta en las oficinas de la EBY en Posadas, donde un grupo importante de vecinos de los barrios relocalizados, encabezados por una mujer, reclamó por mercaderías y puestos de trabajo. Trascendió que tuvieron una reunión con autoridades de la Entidad y que salieron disconformes.
Luego de deliberar sobre la calle Rioja iniciaron una protesta violenta enfrentándose a la Policía que custodiaba el edificio y arrojando piedras a los uniformados y la fachada de la Entidad, provocando roturas numerosas y un agente lesionado.
De acuerdo a lo que pudo averiguar PRIMERA EDICIÓN, el nuevo director “pisó” todos los expedientes causando una paralización de los pagos en numerosos ámbitos. Hay obras en marcha que se quedaron paralizadas, así como la asistencia social a muchos comedores y barrios de relocalizados.
La protesta del miércoles se podría replicar en breve, con otros actores ya que la cesación de pagos está generando fuerte malestar en diferentes ámbitos.