Lunes 16 horas, Consejo Federal de Inversiones en Buenos Aires. Con esos datos, si antes la Casa Rosada no logra poner un freno, una docena de gobernadores se autoconvocará para hacer pública una postura por la “realidad difícil y compleja del país como también la incertidumbre política y económica”, según admitió a PRIMERA EDICIÓN un asesor en las sombras que acompaña a los jefes distritales.
Si sobrevive la autoconvocatoria al domingo de presiones del “albertismo” (ya que un secretario de Estado y colaborador estrecho de Alberto Fernández fue el encargado de llamar a varios mandatarios para hacerles saber de la “delicada situación”, para evitar el impacto mediático), sería de la partida el misionero Oscar Herrera Ahuad.
La movida comenzó hace casi dos semanas con mucho “silencio de radio”, con la primera de una serie de reuniones autoconvocadas, con el fin de emitir un posicionamiento político ante el contexto actual del país. Entre los gobernadores, hay “pichados” dentro y fuera del kirchnerismo.
De una primera reunión, que no trascendió en detalle a la prensa, ya participaron figuras del peronismo como el santiagueño Gerardo Zamora, el entrerriano Gustavo Bordet y el catamarqueño Raúl Jalil entre las 10 figuras provinciales que dieron el puntapié inicial.
En la última reunión del Norte Grande realizada en Salta el viernes pasado, casi 10 días posteriores a la primera autoconvocatoria, tomó fuerza la idea de salir finalmente con un documento donde hay duras críticas a la gestión nacional, en especial de los Ministerios.
Hasta ayer tenían previsto participar el chaqueño Jorge Capitanich, el salteño Gustavo Sáenz, el entrerriano Bordet, el santiagueño Zamora, el formoseño Gildo Insfrán, el bonaerense Axel Kicillof, el santafesino Omar Perotti, el catamarqueño Jalil, el misionero Herrera Ahuad y el neuquino Omar Gutiérrez, entre otros.
No atienden
La molestia que más moviliza a los jefes provinciales es la “falta de comunicación de algunos Ministerios con las provincias, incluso entre los mismos ministros que obligan a hacer múltiples gestiones por un tema, ante la descoordinación. Hay gobernadores que no son atendidos por los ministros”, se quejaron en los comentarios que circulan entre los mandatarios.
De prosperar la espera pedida por la Casa Rosada, no se descartó ayer la posible redacción de un documento que luego será circulado entre los autoconvocados para, finalmente después, hacerse público.
La semana pasada, en este mismo espacio, se dio a conocer que el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, no atendía los llamados del gobernador Herrera Ahuad como de algunos de sus colaboradores que reclamaron las varias respuestas que el funcionario sigue sin dar a Misiones en muchos aspectos.
Es evidente que no se trata de una falta de cortesía sólo con los no alineados al kirchnerismo o albertismo. El descontento llegó también a figuras como “Coqui” Capitanich, Zamora o Insfrán.
Las divisiones internas, donde Alberto y Cristina Fernández no dan precisamente un ejemplo de equipo dentro del Frente de Todos, han llevado a conformar estamentos estancos, donde cada funcionario del Gabinete juega su propio juego político con miras al 2023.
El movimiento que generaron los gobernadores causó preocupación en la Rosada, donde ven cómo dejaron de apoyar muchos diputados y senadores y fueron quedando los que responden fielmente a los mandatarios provinciales.
Por eso ayer, llegó a circular un posible nuevo recambio ministerial del Frente de Todos, después de Semana Santa.
El “impacto Malagrida”
El músico y licenciado en publicidad Gervasio Malagrida se convirtió en ministro de Cambio Climático esta semana que se va, con fuerte impacto dentro y fuera de la estructura de la renovación.
El “impacto Malagrida” dejó heridas en los renovadores más ortodoxos ya que esperaban que fuera designado algún militante con mirada técnica y económica. Gervasio no es precisamente de origen renovador y no se lo vio en postura de militante del oficialismo sino más bien de la oposición.
En la “Rosadita” misionera sostienen que se lo designó en el Ministerio “mostrando el Gobierno una permanente apertura, pluralidad y diversidad de ideas dentro de sus filas. La única premisa es trabajar por los misioneros. La renovación no repara en el pensamiento político sino en la capacidad y la intención firme y honesta de servir a los misioneros, esa es la condición y así se sumaron Malagrida y Santacruz al Ministerio de Cambio Climático, así como Belén Hernández a la secretaría de Cultura de la Municipalidad de Posadas”.
El flamante Ministro se habría comprometido con la conducción del Gobierno a salir a recorrer municipios, y reunirse prontamente con las organizaciones ambientalistas que siguen sin “digerir” la llegada de una figura no técnica. Hasta ayer, no se corrieron invitaciones a una primera reunión y tampoco se conocieron llamados donde Malagrida se haya presentado y, a su vez, convocado a los ambientalistas más reconocidos
¿Y Ecología?
A la par, también crecen los cuestionamientos al ministro de Ecología, Víctor Kreimer, por seguir el mismo camino de no diálogo con los ambientalistas que marcó el renunciante Patricio Lombardi.
De hecho la mirada política sobre Kreimer, que era ministro de Coordinación, estuvo puesta pensando en un perfil de amplitud y receptividad que fuera diferente al de su antecesor y actual diputado, el apostoleño Mario Vialey.
Días pasados, el frente Kaapuera envió una carta a la Gobernación queriendo saber las cifras de hectáreas quemadas o afectadas por los últimos incendios forestales, sin respuesta hasta el momento.
Hugo Sand, de la APAM, llegó a recordar que el además exdiputado Kreimer fue uno de los que acompañó las movidas contra más represas en Misiones, pero ahora no es capaz de sentarse a conversar con las entidades ambientalistas.
Es el mismo Sand que esta semana abrió un fuerte y polémico debate al proponer la suspensión de la tala de monte nativo, con la suspensión total de las plantaciones de pinos y eucaliptus, con el objetivo de proteger a las producciones de los efectos de la sequía y el cambio climático.
Claramente, hubo respuesta de los denominados “forestales autoconvocados” que aseguraron: “La primera gran acusación que nos atribuyen es la deforestación, lo que demuestra en primer lugar ignorancia total de quienes nos acusan, respecto a las políticas y reglamentaciones nacionales y provinciales de manejo sustentable a las que estamos sujetos y respetamos desde hace años”.
En medio de la disputa mencionada (más allá de los intereses de cada sector), que generó un necesario debate sobre los modelos productivos y el cuidado del medio ambiente, el Ministerio de Ecología con Kreimer a la cabeza, guardó silencio y dejó pasar el momento de un pronunciamiento aunque más no sea político.