El miércoles 18 de abril de 2007, Lionel Messi marcaba su gol más recordado con la camiseta del Barcelona. Fue el 2-0 que logró ante el Getafe en la ida de las semifinales de la Copa del Rey de ese año, disputada en el Camp Nou.
Era el minuto 29 de juego cuando el argentino recibió el balón de Xavi en el campo propio. Superó a Javi Paredes, cruzó la medular, dejó atrás a Nacho con caño incluido, siguió avanzando metros ante la incredulidad general, se plantó cerca del área, se deshizo de Alexis y Belenguer con un quiebre, regateó al portero Luis García y superó a Cortés para marcar un gol histórico, inolvidable, un calco del que logró Diego Armando Maradona ante Inglaterra en el Mundial de México.
Fueron apenas doce segundos, en los que “La Pulga” recorrió 55 metros con el balón, superó a seis rivales y logró un gol antológico, que para muchos sigue siendo su gran obra de arte, con independencia de la trascendencia del tanto.
Es que, curiosamente, el Barça ganó por 5-2 pero en el encuentro de vuelta los madrileños remontaron y se clasificaron para la final tras vencer por 4-0. Sin embargo, lo que ha pasado a la historia no es ese sorpresivo resultado, sino la “joya” de un Messi que entonces tenía 19 años.