Muchas de tus metas en finanzas, relaciones y salud están siendo impulsadas por el miedo y no por el amor.
Por ejemplo, si no tienes un físico que te haga ser admirada o admirado; si tu vehículo no es un Lamborghini, entonces lo rechazas y estropeas. Lo odias y provocas que se enferme.
La mayoría de estas metas motivadas por el miedo se quedan sin alcanzar, lo que sólo hace que aumenten tu frustración y rabia.
Inviertes mucha energía en sentir rechazo y frustración cuando crees que no te hacen caso y no te admiran, o cuando te empeñas en ser superior a los otros.
Ese afán nunca será satisfecho. Nunca alcanza.
Considera cuántos seres hay en este plano físico que son muy famosos, amados y reconocidos y sin embargo son profundamente infelices. Tienen millones de fans, pero vidas horribles.
Esa colosal admiración no les alcanza y terminan enganchados en la droga, el alcohol y la violencia. Si no te conviertes en amor jamás alcanza.
Esto no significa que no valores el que te amen y te admiren, sino que debe dejar de ser tu meta.
Cuando te has convertido en ese amor que eres, recibes muchísimo más.
No olvides que el amor es el gran sanador de tus relaciones, finanzas y salud.
La mayoría de tus problemas físicos está siendo producido por el rechazo a ti mismo.
Ese rechazo es desconexión con el amor. Odias tu apariencia o te obsesionas con ella, malgastando enormes cantidades de energía en estos procesos.
Vives solo para tu cuerpo físico o lo descuidas hasta destruirlo.
Si tu físico no es objeto de admiración, el odio se vuelve tan grande que lo maltratas con obesidad y conductas destructivas.