
El resultado preliminar de la autopsia practicada sobre el cuerpo de Diego Pimentel (30), acribillado el pasado viernes 15 de abril en barrio Obrero de Bernardo de Irigoyen , arrojó que tenía nueve impactos de arma de fuego calibre 9 milímetros e incluso tres proyectiles fueron extraídos del cadáver. Por el hecho hay un brasileño de 33 años detenido e imputado provisoriamente por “homicidio simple”.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN señalaron que del cuerpo extrajeron tres proyectiles calibre 9 milímetros para ser peritados con una pistola propiedad de comerciante brasileño radicado en Bernardo de Irigoyen.
Hoy declararía el familiar que estaba con la víctima en la camioneta 4×4 al momento del ataque, cuando supuestamente le fueron a recriminar una presunta participación del detenido en la desaparición de Maximiliano Pimentel (21), primo del fallecido e hijo de quien se considera testigo calve y que hoy dará su versión ante la jueza subrogante Mariángel Koziarski.
El único sospechoso declaró el jueves frente a la magistrada que reemplaza en la causa al juez de Instrucción de San Pedro, Ariel Belda Palomar, quien se inhibió por motivos personales. Dijo que actuó en “defensa propia al verse amenazado por la víctima fatal” y que “temía por la seguridad de su familia”.
Fue imputado provisoriamente por “homicidio simple”, delito que se encuadra en el artículo 79 del Código Penal Argentino y prevé penas de hasta 25 años de prisión.