
El homicidio de Diego Pimentel (30) sumó un nuevo capítulo ayer con la testimonial del hombre que lo acompañaba cuando se presentaron en la vivienda del brasileño a quien le fueron a recriminar la desaparición de Maximiliano Pimentel (21).
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN confiaron que la declaración presentó diferencias respecto a lo que había dicho en sede policial al conocerse el homicidio. La fiscalía solicitó que sea peritado el portón de la propiedad del detenido para corroborar si hubo disparos desde la camioneta.
Antonio Pimentel (46) dio su versión frente a la jueza subrogante Mariángeles Koziarski, quien investiga la muerte de su sobrino.
De acuerdo a las fuentes, Pimentel dijo que no escuchó a su sobrino amenazar al hombre que le disparó en varias oportunidades y menos que su familiar haya iniciado el ataque, algo que había dejado asentado en la presentación policial. Tampoco mencionó el conocimiento de que su sobrino portara un arma de fuego cuando en las imágenes que trascendieron, se lo observa descender de la Toyota Hilux con una pistola en la mano con la cual incluso agrede al hombre detenido.
Por su parte, desde la fiscalía habrían solicitado peritajes en la vivienda del acusado para determinar si desde la camioneta en la que llegaron el fallecido y su tío, habían disparado contra el comerciante brasileño radicado en Irigoyen hace más de dos años.
Desde la defensa del acusado, sostienen que el brasileño actuó al verse “amenazado” en que le incendiarían la casa con su familia adentro. También insisten en que él desconoce el paradero de Maximiliano Pimentel quien trabaja para él tal cual lo reconoció oportunamente pero no supo más nada desde el lunes 11 de abril cuando fue a entregar mercaderías en Barracao, Brasil.
Según las imágenes que registró la cámara de seguridad de la vivienda del detenido el viernes 15 de abril minutos antes de las 19.15, Pimentel primero le apuntó con una pistola en la cara al brasileño. La secuencia indica movimientos amenazantes de Pimentel y luego un golpe con el arma en la cabeza al dueño de casa.
Cuando la víctima fatal retrocede y va hacia la camioneta Toyota Hilux, el brasileño abrió fuego, provocándole lesiones de bala calibre 9 milímetros en el abdomen, pecho y espalda.
Posteriormente, efectivos de la comisaría local detuvieron al presunto agresor. Secuestraron una pistola Bersa 9 milímetros, con 4 proyectiles en el cargador y 8 vainas servidas dispersas frente a la vivienda. Como así también incautaron dicha camioneta.
El magistrado Ariel Belda Palomar, quien intervino en primera instancia y luego se inhibió, ordenó el allanamiento en la casa del acusado, en donde secuestraron una pistola Taurus 9 milímetros, dos cargadores con 16 proyectiles, 83 municiones de 9 milímetros y 50 de calibre 38.