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En el año 2000, la ONU estableció el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, mediante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), efeméride que se celebra cada 26 de abril.
Esta fecha busca promover la importancia que tienen los derechos de la propiedad intelectual, con el fin de valorar y salvaguardar la creatividad e innovación de quienes produzcan obras artísticas, literarias y científicas, que pueden ser tangibles o intangibles.
Más precisamente, la propiedad intelectual es una disciplina de orden jurídico que protege nombres, símbolos, imágenes, entre otras producciones que son utilizadas a nivel comercial. Con esta pauta legal, se puede evitar que cualquier obra creativa sea objeto de plagio, ya que en caso de que esto suceda, se aplicarán las sanciones correspondientes.
La figura de las patentes toma relevancia en el marco legal de la protección a la propiedad intelectual. Cuando una persona “patenta” su trabajo, logra reconocimiento, prestigio, autenticidad y ganancias.
Actualmente en el mundo digital un gran número de producciones circulan en la red: un gif, un tweet, una imagen, entre otros elementos, que muchas veces son únicos y surgen de la creatividad exclusiva de una persona.
Sin embargo, difícilmente pueda permanecer en la red sin ser imitados, plagiados o intervenidos. La buena noticia es que a pesar de ser difícil proteger estas producciones, no es imposible. Los NFTs llegaron para colorear los “grises” que existen respecto a la propiedad intelectual de obras digitales.
Primero, ¿Qué son los NFTs?
NFTs significa Non-Fungible Tokens o, lo que sería lo mismo, un “activo no fungible”. Se trata de un un tipo de activo digital que no puede ser modificado y que es único.
A modo de ejemplo, una obra de arte. Pueden existir muchas copias de un cuadro único de Picasso, sin embargo, solamente existe una que es la original. Los NFTS funcionan de la misma manera, pero en formato digital.
Como ya se ha dicho, los NFTS son digitales, esto significa que involucra a objetos no tangibles. Los archivos inimitables pueden ser comprados y vendidos como cualquier otro tipo de propiedad, nada más que no se pueden “coleccionar” o guardar físicamente como las obras convencionales.
Para hacerlo más simple: se puede tener una obra de arte que solo sea un archivo en el ordenador y que no se puede llevar. Pero con un certificado digital que demuestra que es nuestra propiedad, se ratifica su validez y exclusividad.
Características de los NFTs
La primera característica de los Non-Fungible Tokens es que no hay dos iguales (generalmente, no siempre) y son personales y únicos. Habrá copias, habrá algunos parecidos, pero no ninguno exactamente igual y hay un certificado -o debe haberlo- que demuestra quién es el propietario. Una autoría certificada, controlada y protegida.
Al ser personales, no se puede comprar una licencia de una obra y compartirla, no pertenece a varias personas, porque el bien es únicamente de quien lo adquiere.
La rigurosidad en la que se basa su protección está directamente relacionada con la tecnología blockchain, y esta es otra de sus características principales. Los NFTs están encriptados, este mecanismo funciona de la siguiente manera:
Existe una cadena de bloques que sigue el historial de ese NFT, de quién ha sido su propietario en todo momento desde su creador hasta la actualidad. Por qué manos ha ido pasando. Esa cadena de bloques o blockchain de Ethereum permite verificar de quién es, de la misma forma que opera el procedimiento de las criptomonedas.
Los tokens NFT en precios
Habitualmente varían de monto. Pero el usuario interesado puede consultar en la web Coinraking. Esta plataforma brinda la rentabilidad o el precio de las criptomonedas en tiempo real, pero también tiene un apartado específico NFTs: cuáles son los tokens más caros, los que se vendieron al precio más alto de la historia, averiguar el último precio, cuál fue y hace cuánto tiempo.
Riesgos
- Hay que tener en cuenta que se trata de un archivo que “se tiene” en una web y por el que se ha pagado, quizás, miles de euros. Ahora, ¿Qué pasa si esa web desaparece?.
- Al tener, por ejemplo, una obra de arte guardada en una casa existe el riesgo de que la roben o que la vivienda se incendie. Sin embargo, el control, a grandes rasgos, lo tiene el dueño.
- El problema con los tokens digitales es que los usuarios dependen de servidores websen los que están y que pueden hacer que se queden sin su colección digital, y sin dinero.
- No significa que el riesgo siempre esté vigente, sino que dependerá de la compañía o plataforma por la que la persona haya optado. Dependerá del sitio, de la inversión.
- Otra de las desventajas relacionadas a los NFTs no se vincula con la seguridad de los mismos, sino con la huella que supone operar con las cadenas de cloques, es decir, con el blockchain.
- En este sentido, el consumo energético que necesita operar con Ethereum puede implicar un problema por su “huella” de carbono.
Fuente: www.adslzone.net