A partir de un relevamiento extenso y minucioso realizado por el personal de la Ayudantía Marítima de San Javier podemos apreciar a algunos de los antiguos habitantes del pueblo, sus nombres y apellidos, actividad, nacionalidad y composición familiar. A partir de este registro escrito, es que los investigadores pueden reconstruir parte de la historia del pueblo.
Para esa época ya se nota el crecimiento paulatino de la actividad comercial dada la proximidad con Brasil, de donde provenían gran parte de esos vecinos. Así también en este registro encontramos habitantes de origen europeo que llevaron adelante actividades comerciales muy variadas y de mucha importancia para ese San Javier que, pocas décadas atrás, había sido refundado nuevamente.
El aserradero del pueblo
De este trabajo podemos mencionar a los señores Carlos Wade y Ruperto Rovetta, socios en un emprendimiento maderero a orillas del río Uruguay, en las proximidades la actual ubicación del Ingenio Azucarero. La sociedad Wade y Rovetta constituían una de las industrias más importantes de ese momento. Entre sus trabajadores encontramos a Carlos Alban Mellot, francés, casado, padre de tres hijos, responsable del aserradero y habitante de los solares junto a su esposa (sin nombrar) e hijos.
Eloy Posdeley, carnicero
En la esquina de las calles Ordoñez y Sarmiento (Solar C, Manzana N° 97), se encontraba la carnicería de Eloy Posdeley, argentino, soltero, que vivía junto a su madre y a dos sobrinos menores. Además de su humilde vivienda, contaba con un local donde funcionaba una carnicería de su propiedad. Era atendida por el mismo Posdeley, quien afirmó, al momento de ser censado (en diciembre 1918), que “la pequeña cantidad de carne que vendo en la carnicería es de ganado faenado en la colonia (San Javier)”.
El sastre de San Javier
El 17 de diciembre de 1918, fue censado el señor Juan Maier, de nacionalidad austríaca, soltero y de profesión sastre, único registrado en aquel momento con esta profesión. El mismo arrendaba al señor José Graziadei el solar A de la manzana 115 del pueblo.
En la descripción breve que realiza el personal de la Ayudantía Marítima de San Javier se menciona que: “el local se encuentra en perfecto estado y muy bien cuidado”, y que “es la única persona censada en el pueblo y la colonia que se dedica a esta actividad”.
Don Enrique Anderson, herrero
En 1918 es censado el único herrero del pueblo, según el informe de la Ayudantía Marítima. Su nombre, era “Don Enrique Anderson”, de nacionalidad sueca, viudo con dos hijos menores de nacionalidad argentina. Ocupa el solar “D” de la manzana N° 65 desde hace diez años,, y donde tiene su taller de herrería, con un título de propiedad provisorio. En ese mismo informe, el personal de la Ayudantía Marítima recomienda a las autoridades: “solucionar a la brevedad la tenencia de la propiedad, ya que es una buena persona y un elemento útil a la colonia, ya que es el único herrero establecido allí”.
Ladislao Walkocki, hotelero polaco
En 1918, es censado en el solar “A” de la manzana 97, el señor Ladislao Walkocki, de nacionalidad polaca, casado con tres hijos argentinos, que alquila una construcción de finales del siglo XIX que funcionaba en aquel entonces como el único hotel del pueblo. El mismo contaba con cinco habitaciones con piso de madera y techos de zinc, pozo de agua, letrinas, sótano e incluso un horno de ladrillos y galpones que funcionaban como caballerizas.