“Lo mejor que puede haber para mí es Boquita”. Al borde de la emoción y con sus 88 años a cuestas, Francisca Ema Martínez lo dice fuerte ante el micrófono de la televisión nacional. Para el televidente avezado, el acento con el que habla no se asemeja al del típico hincha porteño. Es, más bien, un acento de frontera.
El video se replicó una y otra vez en las últimas horas. Y la que habla antes de entrar a La Bombonera no es otra que Francisca Martínez, más conocida como Doña Francisca en el barrio 20 de Junio de Candelaria, donde vivió toda su vida. El poder de los medios: en pocos minutos, Francisca pasó del anonimato a ser la “abuelita xeneize” en las redes sociales.
Horas después de que trascendiera ante las cámaras del programa “Paso a Paso” de TyC Sports, EL DEPORTIVO habló con Francisca y su familia, quienes contaron cómo nació la historia. Y la protagonista, incluso, prometió que “no va a ser la última vez que vaya” a La Bombonera.
Joyita
El resumen del programa deportivo del último domingo tuvo esa joyita que sorprendió a los televidentes misioneros. Es que la protagonista de una de esas tantas historias de color llegó desde la tierra colorada. “Somos de Misiones, es la primera vez que mi abuela viene a la cancha de Boca”, le dice a “Paso a Paso” uno de los nietos, Daniel Solís (36). Atrás, los hinchas de Boca celebran y le brindan todo el cariño a Francisca.
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“Era una promesa de cumpleaños, ya lo teníamos programado desde hace un tiempo, pero se dio ese día y me fui con mis nietos, Matías y Daniel, y mi bisnieta, Roma. Cuando me contaron que habían sacado los pasajes, me puse muy contenta. Además, fue la primera vez que viajé en avión”, abre ante EL DEPOR la protagonista de la historia.
La cosa viene así. El pasado 9 de marzo, Martínez cumplió los 88. Y sus nietos, Matías y Dani, le prometieron que la iban a llevar a la cancha de Boca a ver un partido del Xeneize. ¿Por qué la promesa? Lo cuenta Daniel, el nieto y, claro, también fanático del club.
“La idea fue de Matías, mi hermano, que es socio activo de Boca. Es que ella es fanática mal. Cuando mira los partidos, los sufre, los pasa mal (se ríe). Mirá, la vez que más me sorprendí fue una tarde que estábamos mirando un partido contra Arsenal, Boca hizo un gol y mi abuela agarró una botella de plástico y le empezó a pegar al piso mientras gritaba el gol”, se ríe Dani, quien con mucho cariño reconoce: “está loca, enferma por Boca, le gusta el fútbol, pero sólo mira Boca”.
Ante esa situación, los nietos se reunieron y decidieron cumplirle el sueño a la abuela. Por cuestiones laborales de ambos, sólo iba a ser posible el viaje un finde en el que Boca jugara un sábado. Y ante Barracas Central, en La Bombonera, los planetas se alinearon.
“Cuando le dijimos, se emocionó hasta las lágrimas. Ya varios días antes había armado su bolsito. Estaba ansiosa. No podía esperar”, relata Daniel. Y Francisca lo confirma: “fue algo hermoso… y no le tuve miedo al avión, porque fue la primera vez”, agrega la abuela.
Tras recorrer Caminito y realizar la previa del partido en la avenida Irala, tradicional punto de encuentro de los hinchas boquenses, llegó el momento de peregrinar hacia La Bombonera. “Ella no podía esperar, todo el día nos preguntó que a qué hora íbamos a la cancha, que cuándo íbamos a entrar”.
A la cancha fueron entonces doña Francisca, sus nietos Matías y Daniel, además de Roma, hija de Dani y bisnieta de la agasajada. Tres generaciones unidas por una pasión. La emoción fue creciendo a cada paso hasta que se toparon con las cámaras de “Paso a Paso”. Y el resto ya es historia…
“Enseguida la vieron, empezaron a preguntar y yo les conté que éramos de Misiones y que ella iba a cumplir esa tarde un sueño, el de estar en la cancha de Boca. Cuando encendieron la cámara y nos pusieron el micrófono, nos invadió la emoción a todos. Yo no podía hablar porque la veía a ella emocionada. Fue todo una locura. Hasta ESPN le hizo después una nota”, cuenta Dani. “Fue algo soñado, creo que nos la pasamos llorando todo el fin de semana”, agrega.
En resumen, Francisca estuvo en la cancha, Boca ganó y la fiesta fue completa para la abuela misionera que, confesara luego, alguna vez estuvo en la vieja Bombonera, pero hace ya más de 40 años. Y después de tanto tiempo, vale decir, fue como la primera vez.
“Fue una experiencia única, algo emocionante. Fue el día más feliz de mi vida. Cuando el periodista me entrevistaba, atrás todos los hinchas de Boca me abrazaban y aplaudían. Después, en la tribuna, todos me agarraban del brazo para ayudarme a subir por la escalera. Fue algo inolvidable. Sentí mucho cariño en la cancha. Mirá que yo viajé mucho, pero esto fue lo mejor. Fue el día más feliz de mi vida”, repitió Francisca, sin ponerse colorada y al lado de una de sus hijas, Mercedes (56). Primero está Boca.
Tras reconocer que nunca se imaginó que su visita a La Bombonera iba a tener tanta repercusión, Francisca aseguró que esta no será la última vez en su vida que visitará La Boca. “Tengo pensado ir de vuelta, más vale que sí. Ahora vamos a esperar que alguien me invite de vuelta para acompañarme. Pero ojo, que yo me pago todo”, sonrió doña Francisca que, con 88 años, mantiene su pasión más viva que nunca.