Al menos hasta ayer, el Club Deportivo Guaraní Antonio Franco aún no había tomado una decisión en respuesta a la agresión de Rodrigo Ríos contra su pareja. Ríos es el cuarto arquero del regional, titular de la reserva y jugó por primera vez como titular en la primera local el sábado pasado.
En un comunicado de prensa, la comisión directiva indicó que “la institución ha tomado conocimiento de los hechos denunciados, se puso en contacto y a disposición de la víctima y la Justicia, ratificando su compromiso absoluto para erradicar todo tipo de violencia. También se brindará al futbolista el acompañamiento necesario, y se evaluarán medidas a tomar”.
Según confirmó a PRIMERA EDICIÓN el presidente del club, Patricio Vedoya, tampoco estaba decidido ayer convocar a una reunión extraordinaria de la comisión directiva que normalmente se reúne cada lunes. Contó además que este lunes, la madre de Ríos había avisado que su hijo no podría asistir al entrenamiento porque estaba detenido por una pelea callejera. “No estábamos al tanto de que había agredido a su pareja, por lo que no se trató este tema”, confirmó Vedoya.
“No puedo ser hipócrita”

No obstante a esta indefinición de la comisión directiva de Guaraní respecto al futuro inmediato de su jugador detenido por amenazas y agresiones, Vedoya anticipó su opinión personal sobre cómo deberían actuar ante este caso y confirmó que el club no cuenta con un protocolo de violencia de género. “Mi apreciación, sin hablar con la Comisión Directiva, es que si el chico sale mañana y pedimos que ni pise el club Guaraní, va a estar todo el día pensando en qué daño puede hacerle a esta mujer”, indicó.
Si bien aclaró que no avala la violencia, consideró que el club debe tratar de contener al futbolista agresor. En diálogo con este Diario, Vedoya admitió que él mismo fue una persona violenta y que el club lo hizo cambiar “en un 90%”.
Por eso, identificado con Ríos, Vedoya consideró que, como presidente del club, “no podemos decir que vamos a sancionarlo suspendiéndolo o echándolo, porque tendrá un montón de tiempo y puede pensar en lastimar a la mujer. Digo que debemos tratar de contenerlo, tenemos que contener al violento, lo cual no significa avalar la violencia ni al violento. Por supuesto, estamos poniéndonos a disposición de la víctima para lo que sea necesario”.
“Este es un loco”
En el fútbol “hay un dicho que dice del arquero, el que no es loco es tonto. Bueno, éste es un loco, simple y llanamente”. En relación con sus compañeros, descartó situaciones de violencia “nunca nos enteramos de una pelea con sus compañeros y no lo estoy encubriendo ni nada de eso”, y compartió que desde lo futbolístico se estaba evaluando su alejamiento del club antes de lo sucedido.
Para Vedoya, Ríos “es un trabajador, vende tarjetas y celulares por la calle; sé que es un poco loco porque cuando le quisieron robar la moto no la entregó y le metieron dos tiros en la pierna. Es el tipo de persona que uno elegiría para ir a la guerra”.
A su entender, ante esta situación, “no puedo dejarlo solo, no puedo ser hipócrita de echarlo” y si bien admitió que “la violencia, aunque sea poca o mucha es violencia” consideró que si el futbolista hubiera golpeado a la mujer con toda la fuerza, “le arrancaba la cabeza, por el físico y la fuerza que tiene”.
Sin protocolo
Son muy pocos los clubes de fútbol que tienen protocolos de actuación ante casos de violencia de género, entre ellos Boca, River, San Lorenzo, Racing y Vélez, todos de primera.
Según un informe del INADI, sólo el 19% de los clubes profesionales del país cuenta con protocolo, no obstante nueve de cada diez sostienen no tener problemas de violencia de género.
El Club Guaraní no cuenta con un protocolo, según confirmó su presidente, Patricio Vedoya, “como nunca ocurrió antes una situación así, nunca tuvimos que recurrir a un protocolo de violencia de género. Sí tratamos de erradicar a los violentos. De hecho, desde que estamos en comisión directiva no están ocurriendo tantos episodios como había antes”.
Vedoya destacó que su opinión no necesariamente es la de la comisión directiva del club, integrada por 15 miembros en forma activa, entre ellos varias mujeres, incluida su propia pareja, Mirta Parayba, que es la vicepresidenta del club.
Apenas el 19% de los clubes de fútbol tiene protocolo
La activación de protocolos de respuestas rápidas y, sobre todo, de contención hacia la víctima, son algunas de las acciones a desarrollar ante situaciones de violencia de género. Pero, según un relevamiento del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), sólo el 19% de los clubes profesionales de fútbol tiene protocolo en caso de violencia de género, el 23% lo está elaborando, y el 58% no tiene.
“Desde hace tres años, vimos a muchos clubes abrir áreas o comisiones de género. No sólo los que están en el registro o clubes grandes, sino también clubes de barrio. Hay interés en fortalecer esas áreas, aunque en muchos casos no integran las comisiones directivas”, indicó la coordinadora de los Observatorios del INADI, Karina Iummato.
En el mismo informe, el INADI sostiene que sólo 9% de los clubes afirma haber tenido casos de violencia de género, mientras que el 91% sostiene no haber tenido problemas.
Uno de los que en el último tiempo empezó a trabajar fue la institución xeneize a raíz de la larga lista de jugadores implicados en este tipo de situaciones violentas: Edwin Cardona -actualmente jugador de Racing-, Wilmar Barrios, Junior Benítez, Cristian Pavón y Agustín Rossi. El caso más resonante a nivel nacional, sin embargo, sigue siendo el del delantero Sebastián Villa, quien a pesar de estar en juicio oral por lesiones contra su expareja, sigue vistiendo los colores del equipo. En su protocolo, Boca Juniors prevé sanciones (desde amonestaciones a expulsión) en caso violencia contra las mujeres.