La investigación por el asesinato del comerciante del barrio Yohasá confirmó que se trató de un crimen por encargo. La cantidad de balazos que recibió Cristian Javier Díaz (31), descartó como móvil del crimen el robo. Ahora surgieron vínculos con hechos del mundillo narco que ocurrieron en octubre del año pasado en Posadas.
La hora en la que el hombre salió a atenderlos llamó la atención. Luego, el Fiat Duna que utilizaron los sicarios, hallado en un “aguantadero” del barrio Luis Piedrabuena. También, el “dueño” del lugar y del vehículo que no se sabe dónde está. Un hecho conectado con el secuestro de droga y la detención de un brasileño el año pasado en Posadas y la pista de vínculos con el grupo criminal Comando Vermelho.
Sólo un capítulo de la historia que se habría intentado “ajustar” a balazos el domingo a la madrugada.
Díaz recibió al menos siete impactos de bala calibre nueve milímetros. El último se lo dieron en la cabeza para rematarlo. La pregunta late: ¿Por qué lo fueron a buscar? ¿Por qué eran brasileños los supuestos autores? Según determinaron los efectivos de la Dirección Homicidios los detenidos poseen prontuario en la zona de Porto Alegre por delitos contra la propiedad y uso de armas.
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Surgió ayer también, que el secuestro de estupefacientes del martes 21 de octubre de 2021 guardaría relación con el ajuste de cuentas del barrio Yohasá. Ese día, Gendarmería incautó 155 kilogramos de marihuana que estaban dentro de un utilitario, precisamente en el barrio Luis Piedrabuena.
Se trataba de una camioneta Renault Express que los narcos tuvieron que “descartar” en el cruce de las calles Esteban Semilla y Montecarlo cuando notaron que había vigilancia en la zona. Donde los supuestos sicarios guardaron el Fiat Duna, era la misma casa donde había estado el Renault el año pasado, por si faltaba alguna coincidencia para unir estos dos cabos de la pesquisa.
Pero hay otro vínculo con lo sucedido también en octubre de 2021. Fue la detención del brasileño “Ek”, cuando el vuelo que lo traía desde Buenos Aires aterrizó en Posadas. Efectivos de la Policía Federal lo aprehendieron dentro del avión y lo pusieron a disposición de la jueza federal María Verónica Skanata, por sospechas de actividades ilícitas en Argentina.
En esta capital poseía una hamburguesería y sobre la misma llegó a manifestar: “Si la AFIP me busca por mi negocio en Posadas, tengo sí cuatro empleados en negro, pero eso íbamos a arreglar, vendo las mejores hamburguesas de la ciudad, no sé por qué me detienen, mi único problema lo tengo porque vendí pocos gramos de cocaína en San Borja”.
Tenía pedido de captura de INTERPOL por fugarse de su país donde cumplía condena de seis años de prisión por vender cocaína al menudeo, fue ardua la pesquisa porque “desaparecía” cada dos o tres semanas, sus redes sociales no registraban movimientos y ocupaba siete identidades distintas.
La pesquisa sobre lo ocurrido en el barrio Yohasá, no descarta que el ajuste de cuentas esté vinculado con las actividades que “Ek” desarrollaba en Posadas. Y se apunta a que la “pérdida” de los 155 kilos de droga y la “caída” de “EK” se la cobraron a Cristian Díaz, sin piedad alguna.