Cada 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería, efeméride que invita a la reivindicación de esta indispensable profesión. A la par de los médicos, los enfermeros trabajan con gran vocación de servicio para garantizar una atención óptima a sus pacientes.
En Misiones, en el año 1974, se creó la Escuela de Enfermería donde se formaron los primeros profesionales, sin tener que asistir a Corrientes. Actualmente, la Escuela depende de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales, y cuenta con certificación Universitaria. Los interesados pueden cursar la Licenciatura en Enfermería, y a la vez, tienen la posibilidad de acceder a un título universitario intermedio de Enfermero.
También cuentan con una entidad indispensable para la regulación de estos trabajadores: el Colegio de Profesionales de Enfermería.

Muchas son las vivencias y los desafíos que tuvieron que atravesar estos profesionales a lo largo de los años y ante los rotundos avances de la tecnología. PRIMERA EDICIÓN conversó con Graciela Ocampos Insaurralde, Licenciada en Enfermería y Magíster en Salud Pública, en la FM 89.3 Santa María de las Misiones, quien brindó su punto de vista sobre los inicios de la profesión en Misiones en comparación a la actualidad.
Graciela tiene 46 años de servicio en el área de salud y actualmente está tramitando su jubilación. “Yo fui de la primera promoción de la carrera de enfermería universitaria, porque hasta ese momento, la máxima formación eran los enfermeros de la Cruz Roja”, relató.
Insistió en que a raíz de la globalización, el cambio de paradigma tecnológico y la aparición de internet, el ámbito profesional de la enfermería creció notablemente, y hoy en día gozan de mayor acceso a la información y al conocimiento.
“En aquella época no sabíamos cómo trabajaban en el resto del mundo. A través de los libros y las cartas nos informábamos”, reveló.
Agregó que ella “por cuenta propia llamaba a otras instituciones médicas donde trabajaban profesionales con mucha experiencia, y les preguntaba sobre cómo atender ciertos casos”. Esta fue otra de las iniciativas que le sirvió para reforzar su formación
Consultada acerca de anécdotas o vivencias que hayan marcado su trayectoria, la licenciada mencionó la época de la “epidemia del sida”. Por aquel entonces, contó que ella trabajaba en el sector de Perinatología, y fue un gran desafío para el equipo de enfermería tratar con la primera paciente con VIH que iba a dar a luz, porque era un virus del que no se sabía mucho y aun persistían ciertos estigmas.
Cuando supimos que la paciente debía internarse para tener el bebé, Enfermería se puso a la cabeza de la organización para estar preparados cuando llegue el momento. Llamé a tres instituciones que atendían esos casos, tomé nota y luego reuní al personal y los capacité. También organizamos otra sala de parto para que le paciente pueda recibir todas las atenciones en un mismo lugar, sin tener contacto con las demás”
La licenciada aseguró que el trabajo de los enfermeros es reivindicado por las personas. Su vocación y entrega forman parte de la experiencia de cada paciente, quienes se sienten en buenas manos cuando un profesional los atiende constantemente.
No obstante, si bien el crecimiento profesional se desarrolló rápida y efectivamente con la implementación de las carreras y el acceso a la información, según expuso Insaurralde, la realidad económica del sector no es la deseada.
“Existe una deuda económica. Los costos de la canasta familiar se vinieron muy arriba. En este momento no llegamos a cubrir la canasta básica de una familia tipo”, sentenció.
Y opinó: “Cuando yo ingresé ganaba más de lo que gano ahora. Me pagaban como horas profesionales. Ahora mi poder adquisitivo se vino abajo”.
A modo de reflexión, Graciela Insaurralde manifestó que hay tres cualidades que, en su opinión, un enfermero o un aspirante a dedicarse a la enfermería debería tener: “mucha vocación de servicio, sentido de responsabilidad y hambre de conocimiento, es decir, capacitarse al máximo nivel, como en todas las toras profesiones”.