“Los elementos permitirían presumir al hecho ilícito acaecido como un error aislado en la vida de Eugenio Veiga, quien hasta ese momento llevaba una integración social y familiar prolija, trabajando en changas junto con su padre para lograr el sustento de su familia. En consecuencia, estimo justo imponer una pena de cuatro años de prisión al imputado Eugenio Veiga por el delito de homicidio con exceso en la legítima defensa”.
La frase cierra las 83 páginas de los fundamentos del fallo del Tribunal Penal 1, resuelto el 27 de abril pasado, en los que condenaron a “Bebe” Veiga (hoy de 27 años) a cuatro años de prisión por matar en “exceso de legítima defensa” (artículos 79 en función del 35 y 84 del Código Penal Argentino).
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La sentencia fue unánime por parte de los jueces Viviana Cukla, Ángel Dejesús Cardozo y Juan Manuel Monte y con un monto de pena once años menor al que solicitó el fiscal del TP-1, Martín Alejandro Rau, por “homicidio simple”. El voto de la presidenta del tribunal, Viviana Cukla, fue adherido por los magistrados restantes.
Los detalles del fallo a los que PRIMERA EDICIÓN tuvo acceso remarcan circunstancia y sostienen afirmaciones en cuanto a que Veiga participó en una pelea callejera en el barrio San Lorenzo el domingo 22 de julio de 2018 a las 22.30 y le “provocó intencionalmente la muerte de Cristian Daniel González en circunstancias en que el imputado se encontraba parado frente a su domicilio observando un incidente que había ocurrido previamente en el lugar, cuando fue increpado por la víctima Cristian Daniel González y Elio Cabral, produciéndose una pelea entre los mismos, en la cual, tanto González como Cabral propinaron golpes a Veiga. Fue en ese momento que Veiga extrajo un cuchillo de 37 centímetros de largo y produjo un corte en el cuerpo de González en el cuello y una puñalada en la zona del hemitórax izquierdo, introduciendo el cuchillo a una profundidad de 22 centímetros, hecho que ocasionó la muerte”.
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Del análisis de las pruebas volcadas en el expediente y la declaración de 28 testigos durante el debate realizado entre marzo y abril pasados, para Cukla: “No existe duda alguna sobre el acaecimiento del homicidio y la causa del mismo”.
“Las testimoniales son coincidentes al confirmar que Veiga se encontraba parado frente a su domicilio, momentos en que llegan Elio Cabral y Cristian González se inicia una pelea. Al momento del hecho Veiga portaba el cuchillo que le había prestado su padre, con el cual asestó dos puñaladas a Cristian González, una en el cuello que no llegó a cortar y otra en el hemitórax izquierdo, debajo de la axila, ingresando la hoja 22 centímetros lo cual causó la muerte”.
“Entiendo se encuentra suficientemente acreditado que previo al fallecimiento de Cristian González, éste en compañía de Elio Cabral, agredieron físicamente al imputado quien se hallaba afuera de su domicilio en circunstancias de estar observando una contingencia ocurrida previamente en el Barrio San Lorenzo”, resalta Cukla.
Sobre la calificación penal, los fundamentos detallaron que: “El análisis de la conducta desplegada por Veiga, surge a todas luces que (…) al extraer, blandir y dirigir un elemento punzo cortante hacia ‘Chiripa’ creó un riesgo absolutamente desaprobado en relación a los bienes jurídicos, integridad física y vida humana”. Pero también analiza que “previo al hecho, el imputado se encontraba fuera de su domicilio observando un hecho sucedido con anterioridad al suceso que desencadenara en la muerte del González “Chiripa”.
Allí, fue abordado por Elio Cabral y Cristian González, quienes increparon al acusado, desencadenando así una golpiza por parte de quien resultare fallecido y Cabral en contra de Veiga. En lo concreto, al momento de efectuar la acción típica, el imputado se encontraba siendo atacado por parte de quien resultó fallecido y Elio Cabral que propinaba golpes de puño y patadas a Veiga momentos en que este último se hallaba en el piso.El imputado, que se encontraba en clara desproporción tanto numérica como por estar ubicado en el suelo respecto de sus atacantes, extrajo el elemento corto-punzante a efectos de ejecutar un acto defensivo. Veiga al ser abordado por Cabral y González, en primer término fue agredido verbalmente, para luego pasar a recibir golpes de puños y patadas”.
“También intervienen distintos factores para atenuar la pena, tales como la edad del imputado Veiga, el grado de educación y sus condiciones personales, elementos que configuran el grado de autodeterminación del autor al momento del hecho. En cuanto a la edad, Veiga al momento del hecho tenía 23 años. Si bien ya se tiene la mayoría de edad a los 23, se entiende que la experiencia de vida y por ende, la capacidad de motivarse en la ley es menor a esa edad, en cuanto se presume que a mayor experiencia de vida se iría generando un presupuesto para un reproche mayor”.
“Los elementos permitirían presumir al hecho ilícito acaecido como un error aislado en la vida de Veiga, quien hasta ese momento llevaba una integración social y familiar prolija, trabajando en changas junto con su padre para lograr el sustento de su familia”.