El Juzgado Federal de Paso de los Libres (Corrientes) libró este fin de semana órdenes de allanamiento que permitieron la detención de once personas en Puerto Iguazú. Según información de Gendarmería Nacional, se trataría de un “clan” que operaba desde la ciudad de las Cataratas.
El operativo finalizó con la detención de once personas, entre ellos cuatro mujeres, todos oriundos de Puerto Iguazú, además del secuestro de 24 bochas de clorhidrato de cocaína, más de 5 kilogramos de cannabis sativa, 19 pastillas de anfetaminas, 23 cuadrículas de LSD, una flota de vehículos -autos y motos utilizados para el transporte y venta de las sustancias-, armas, teléfonos celulares, anotaciones varias y una gran suma de dinero en efectivo.
Tras varios meses de investigaciones realizadas por personal de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Paso de los Libres” de Gendarmería Nacional, la intercepción de una encomienda que contenía 6 kilogramos de cannabis fue el comienzo de la investigación. El envío tenía como destino la provincia de Tierra del Fuego.
Gendarmería dio el alerta al Ministerio Público Fiscal a cargo de Aníbal Fabián Martínez, quien con intervención del Juzgado Federal de Paso de los Libres, a cargo del magistrado Gustavo del Corazón de Jesús Fresneda, ordenó la entrega vigilada de la misma.
Al arribar a la ciudad de Río Grande, se procedió a la detención de la persona que se presentó a retirarla. Este sería el último eslabón de la cadena narco criminal conformada por una familia de la localidad del norte de nuestra provincia.
La investigación habría determinado además que este “clan” abrió un pub céntrico con el fin de presuntamente lavar dinero producto de las actividades ilícitas.
Escuchas telefónicas y un dato clave
Previamente la pesquisa consistió en horas de escuchas telefónicas a dos líderes de una organización narco que operaban desde el interior de la penitenciaría federal de la ciudad chaqueña de Presidente Roque Sáenz Peña, los cuales comandaban un grupo de ciudadanos y ciudadanas pertenecientes a la banda delictiva, para realizar diferentes actividades ilegales referidas a la venta de sustancias ilícitas como cocaína fraccionada, cogollos de marihuana y LSD, como así también el envío de estas sustancias mediante la modalidad de encomiendas, camuflándolas con golosinas entre otros materiales para no ser detectadas.
El análisis de las conversaciones que mantenían los organizadores mencionó el envío de una encomienda desde Puerto Iguazú con destino a Tierra del Fuego. Así se empezó a desmadejar la trama.