El caso de la muerte de un capataz en Picada Santa Rosa el pasado jueves 19, tiene versiones encontradas respecto a la situación de asalto que sufrió el dueño del lote. Ayer fue el turno de la declaración testimonial de la concubina del hombre de 65 años, quien continúa detenido por la muerte de Jorge Martínez (44).
La mujer llegó a la sede del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente y relató ante las autoridades lo que ella vio en el momento del ataque a su marido. En el mismo tenor del relato del colono en su indagatoria el día anterior, la esposa indicó que tanto quien resultó víctima como su hijo, fueron los únicos a los que vieron llegar al lugar.
Señaló que lo quisieron agarrar de atrás a su marido y en ese momento él zafó de la situación y se fue hacia el interior de la vivienda en búsqueda de su arma para defenderse. El hijo de Martínez volvió a la camioneta presuntamente para buscar otra arma y en ese momento el colono efectuó el disparo mortal a su capataz. El hombre había señalado que no vio a quién le pegó.
Hasta aquí los relatos que hasta el momento obran en la causa marcan diferencias entre los involucrados. Es que el hijo de la víctima y otro tarefero habían señalado al menos a la policía que habían sido tomados de rehenes por un grupo de encapuchados que estaban armados.
Presuntamente retuvieron a siete tareferos y eligieron a su padre y a otros más para que los llevara a la chacra. Supuestamente los delincuentes pensaron que si veían una camioneta conocida el dueño les iba abrir sin problemas. En ese contexto ocurrió el disparo contra Martínez, mientras que el resto salió a correr desbordado por la situación. Inclusive habría testigos que vieron escapar a varios sospechosos.
Cabría la posibilidad de que el patrón no hubiera visto a los demás cuando escapaban y llama la atención tanto que haya sido su capataz el que presuntamente quería robarle, como así también que el colono haya disparado directamente contra su empleado.
Es por ello que la Justicia aguarda el resultado de la autopsia, para determinar cuántos perdigones impactaron en el cuerpo de la víctima. Si fue a corta distancia o si fue al aire. Esta pericia puede llegar a resultar muy importante para los investigadores para intentar determinar efectivamente qué fue lo que sucedió en la chacra.
Tras su indagatoria, el colono fue imputado por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”. Permanece detenido a la espera del análisis de todas las pruebas obrantes hasta el momento. No se descarta que pueda haber un cambio de calificación.