Dicen que hay dos formas de aprender: a través del amor o a través del dolor. Si tuviéramos que elegir seguro sería la del amor, pero cuántas veces a nuestro alrededor ocurren cosas y no prestamos atención.
Creo que para aprender desde el amor, la observación, no juzgar y la aceptación son claves. Aprender desde el amor es mirar al otro con compasión y entender que está haciendo lo que puede desde su propio nivel de consciencia.
Aprender desde el dolor es atraer o crear situaciones en nuestra vida donde se pone a prueba ¿cuánto nos amamos, cuánto valemos, qué respeto nos tenemos?
Muchas veces repetimos patrones, la vida vuelve a traernos situaciones o personas donde se repiten los mismos problemas. Esto es nada más que la vida mostrándote esa lección que todavía no aprendiste.
Cada vez que te vuelva a pasar esto hacete estas preguntas: ¿qué necesito aprender? ¿qué es lo que todavía no sané, acepté o cambié?
Trabajemos nuestro amor propio con los colores:
Rojo para decir no, tomar decisiones, enfrentar situaciones.
Naranja, para hacer listas de todo aquello que ya no resuena en nuestra vida, empezar a soltar, trabajar la alegría de estar vivos y llenarnos de vitalidad.
Amarillo, para marcar presencia y mostrar quiénes somos, sentirnos fuertes y seguros.
Verde, para poder conectarnos con el otro desde el amor, el respeto, la aceptación y la compasión.
Azul, para decir la verdad que hay en nuestro corazón, dar y recibir confianza, honestidad lealtad, sinceridad, siempre con calma y tranquilidad.
Índigo, para disfrutar de lo que está ocurriendo, compartir y conocernos más, valorar nuestra intuición, valorarme y valorar al otro sin juzgar.
Violeta, trabajar el desapego recordando que todo tiene un tiempo, aceptar los cambios desde la paz, sabiendo que siempre es para mejor, orar, meditar, para sentirnos en conexión con Dios, el universo o con quienes crean, confiar en que todo se va acomodando.
Tenés un arcoíris para trabajar de diferentes maneras tu amor propio. Depende de vos elegir qué camino tomar: el dolor o el amor.
¡Feliz Domingo!