A dos años de sancionarse la ley provincial que reconoce el ejercicio profesional de la radiología y el diagnóstico por imágenes, comenzó a funcionar el Colegio Profesional de Licenciados y Técnicos en Diagnósticos por Imágenes y Terapia Radiante de Misiones (CoPLyTeR) un organismo que tiene por objetivo regularizar la labor profesional de las personas que trabajan con radiación. Una tarea muy compleja, teniendo en cuenta la cantidad de trabajadores ejerciendo dicha labor informalmente, sin un título idóneo o sin que sea garantizado su derecho a la profilaxis y a una jubilación acorde a esta actividad, que es considerada insalubre por estar expuesta a la radiación.
Al ser consultada por PRIMERA EDICIÓN, la presidenta del CoPLyTeR, Alicia Farías, dio más detalles de cómo vienen trabajando en la recién iniciada institución, y cuál es el panorama que encontraron en esta primera etapa del relevamiento.
“Estamos en campaña, es un trabajo de hormiga donde llamamos personalmente a cada profesional que surge para informarle que está abierta la inscripción. También mandamos notas a los círculos médicos en las zonas norte, centro y sur, a los ministerios, los gremios y a cada institución de la provincia que tienen el servicio de diagnóstico por imagen”, explicó.
Todo con la finalidad de que quienes trabajan con radiación se matriculen, ya que a partir del primero de julio se exigirá a los centros de salud que brindan el servicio de diagnóstico por imagen, que trabajen con profesionales matriculados con el fin de garantizar la seguridad del paciente y del trabajador que manipula la radiación. A su vez, los centros que no cumplan con esta medida obligatoria “tendrán sanciones y una serie de multas según el Código Civil y Penal de la provincia”, indicó.
Por otro lado, a pesar de que se busca normalizar el trabajo de los profesionales, ya que en el rubro hay muchas personas que aprendieron la labor en ámbitos informales, como por ejemplo de la mano de médicos; según lo precisó Farías, no se pretende dejar a nadie sin trabajo, sino profesionalizarlos para que sigan trabajando en el rubro si así lo desean. Tarea para la cual están trabajando en conjunto con el Instituto Misionero de Estudios Superiores (IMES) y el Instituto de Ciencias Médicas de Rosario que brinda formación. Incluso, ante la aparición de trabajadores sin título secundario, el Colegio está promoviendo un plan de terminalidad.
“Aquellos que ejerzan la profesión de tres a diez años pueden acceder un plan de normalización para obtener su certificado de habilitación. Actualmente tenemos 30 personas que están normalizando su situación”, explicó.
A su vez, se trata de medidas que tuvieron una gran aceptación de parte de los trabajadores porque muchos de ellos se encuentran en situación irregular o hasta sin trabajo ya que “enfermeros, nutricionistas y profesionales de otro tipo, están ocupando los puestos de trabajo”, afirmó.
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Trabajo informal
Se estima que en la provincia son alrededor de 400 trabajadores, de los cuales un porcentaje está trabajando de forma irregular. Es decir, informalmente, como monotributistas o registrados bajo otra actividad como enfermería. Esta problemática resulta grave ya que, al no ser reconocidos como personas que manipulan radiación, no siempre se les garantiza el derecho de la profilaxis (que son licencias obligatorias cada seis meses por cuestiones sanitarias); el derecho a jubilarse bajo un régimen especial tras 30 años de aporte independientemente de si tienen la edad mínima o no (por encontrarse en un ámbito insalubre); y el de contar con los elementos de seguridad adecuados como un densitómetro particular y el chaleco para la radiación.
“Tenemos técnicos que están trabajando en negro y hay gente en blanco que no es profesional idóneo. Bajo esta ley vamos a velar por la seguridad física y socioeconómica de los profesionales, luego de matricularlos y ver en qué situación está cada trabajador”.
Para las empresas, contratar personal no idóneo es muchas veces una cuestión económica, “suele pasar que contratan enfermeros que ya estaban trabajando en una clínica, le enseñan a hacer una radiografía, una mamografía, y así gastan menos y ellos complementan su trabajo”, afirmó Farías.
Asimismo, explicó que no se trata sólo del hecho de realizar el estudio sin estar calificado, sino de las consecuencias para la salud que conlleva no cumplir los protocolos de seguridad.
Incumplimiento de jubilaciones
Otra de las problemáticas muy presentes, que el Colegio deberá resolver, es que se garantice la jubilación a los que manipulan radiación a los 30 años de servicio independientemente de la edad.
Es aquí donde interfiere nuevamente la cuestión económica ya que a las empresas privadas muchas veces les conviene estirar el tiempo de sus empleados al máximo, sin considerar que se trata de un trabajo insalubre donde la persona está en contacto constante con radiación, un factor que, según muchos estudios científicos, incrementa las posibilidades de contraer cáncer. “Tenemos personas con 32 años de servicio y como no cumplen con la edad les piden que trabajen hasta los 60, es una cuestión que tratamos con frecuencia”, explicó.
Para esos casos, brindan asesoramiento y acompañamiento legal, algo que también está amparado en la ley. En ese marco, la licenciada Farías invitó a todas las personas que ejercen esta profesión a acercarse al colegio y reivindicó la importancia de matricularse ya que la idea es normalizar el trabajo de quienes ejercen con títulos idóneos, profesionalizar a quienes ejercen sin título y asegurar que se cumplan las condiciones de seguridad.
“Hay muchas personas en situaciones irregulares que no se han conectado con el Colegio por miedo a perder su trabajo pero estamos tratando que entiendan que vinimos para ayudarlos”.