A medida que pasan los años, la digitalización de la vida se acelera y todo parece necesitar ser aprendido de vuelta. O al menos revisitado para comprenderlo de mejor manera. En ese sentido, el deporte no es ajeno y la tecnología ha cambiado tanto la manera de practicarlo como de disfrutarlo como espectador. A continuación, algunos ejemplos sobre este fenómeno propio del siglo XXI.
No es ninguna novedad hablar del impacto de la tecnología digital en la sociedad. Sin embargo, algunos aspectos puntuales no se han pensado tanto, como es en el caso del deporte. Ya sea en la preparación física de los atletas, la práctica misma de cada disciplina, como la manera de mirarlo por parte de los espectadores, la experiencia en relación a cada competición es completamente diferente si se la compara con apenas un par de décadas atrás.
Por ejemplo, podemos pensar en lo que será la próxima edición de la Copa del Mundo FIFA Qatar 2022: las transmisiones deportivas proponen experiencias full 360 grados, en donde se puede ver todos los detalles del partido, planos exclusivos de los jugadores principales, el segundo a segundo de los técnicos y muchos más.
Por el lado de los jugadores, los preparativos son profesionales desde el minuto cero, en donde las comidas, los entrenamientos y los hábitos se encuentran regulados por profesionales de la salud. En la misma línea, cada entrenamiento se encuentra monitoreado por cámaras y sensores, lo que hace que se pueda contar con estadísticas ideales para mejorar el desempeño.
Además, la tecnología también ha cambiado la manera en la que se ve un partido de fútbol. Sin ir más lejos, las apuestas deportivas y juegos de casino han invertido en sponsors, rebranding y patrocinios en los últimos tiempos con el fin de demostrar cómo ha crecido su industria. En ese sentido, se espera que Qatar 2022 bata récords de apuestas deportivas gracias a las tecnologías aplicadas al minuto a minuto, en el que se puede apostar en vivo y tomar las decisiones en base a lo que suceda dentro del campo de juego.
En otra sintonía, la experiencia de ver un partido varía según la edad: mientras el público adulto sigue apostando a ver todo en su televisor y dejarse llevar por la pasión de las imágenes y los comentaristas, los más jóvenes prefieren experiencias mucho más dinámicas, al punto de ver el partido en vivo mediante una plataforma de streaming, en donde sus artistas y creadores de contenido favoritos dialogan con ellos.
Otro factor en el que la tecnología ha metido la cola es en el diseño propio de los estadios. En primer lugar, no debemos perder de vista que esta vez el mundial se jugará entre noviembre y diciembre debido a las altas temperaturas de Medio Oriente en esa época del año. De hecho, siempre se había evitado esa zona por dichas características: el calor extremo. Sin embargo, la tecnología cambió todo.
En los preparativos previos a esta Copa del Mundo, los estadios que se han construido y actualizado a las exigencias FIFA muestran novedosos sistemas de refrigerio que favorecen tanto a los jugadores, a los espectadores, como al mantenimiento del campo de juego, el cual debe estar siempre cumpliendo los estándares más altos de calidad.
Así entonces, la pasión y la emoción son emociones atávicas, de eso no hay duda. Pero la manera en la que las experimentamos se encuentra cada vez más mediadas por la idea de calidad, crecimiento y desarrollo. El deporte sigue siendo una pasión popular, pero la manera en la que lo practicamos y vivimos, es cada vez más sofisticada.