En la Escuela 927, de Villa Stemberg en Oberá, avanzan las obras de su nuevo edificio. En esta institución, durante años recibieron a los chicos en aulas de madera y con letrina. Ahora, esperan tener su nueva sede, construida con donaciones y con un diseño sustentable. La escuela comenzó por una necesidad, ya que muchos niños no asistían a clases.
La directora Mirta Abreu, contó a PRIMERA EDICIÓN que, ante un contexto de baja escolaridad, en 2008 se tramitó la habilitación del Aula Satélite 237 “que funcionó en mi casa y continuó hasta el 2011 de esa forma. Llegué a tener 100 alumnos en dos turnos”. Ante la cantidad de alumnos, ya no se podía seguir dando clases en una casa particular y “fue así que se limpió un terreno, que era un monte, y con fondos propios se conformó la estructura de lo que sería luego la escuela”.
Abreu recordó que para la edificación “se juntaron tablones donados en Panambí, saqué un préstamo y se logró construir una estructura con cuatro aulas, letrinas, la dirección y el patio cubierto”. Para su formalización, “se realizó un pedido a través del Consejo General de Educación, porque no dábamos abasto como aula satélite, y el 29 de agosto del 2011 se creó la Escuela 927”, añadió.
Sin embargo, el camino de esta institución se inició mucho antes. “En el 2005, mi hermana Mercedes falleció de cáncer y en ese momento la comunidad colaboró muchísimo. Fue entonces cuando sentí la necesidad de hacer algo por el otro, como si estuviera en deuda con la sociedad. En el 2006 comencé con la Asociación Civil Hogar Mercedita, un hogar de día en mi casa”, relató.
En aquel momento, “me encontré con chicos que no iban a la escuela, algunos estaban desamparados, otros tenían papás que eran tareferos y los hermanos mayores no los mandaban a clases en toda la semana”. Por ese motivo, buscaron contener a los niños.
Tras conocer la historia de Mirta y la lucha por tener una escuela para los niños, fueron varios los empresarios del país que se acercaron con donaciones para armar una institución nueva. “Durante el 2020, finalmente conseguimos la titularidad del terreno mediante el CGE. Ahora nos encontramos con todo por delante y en medio de la construcción del nuevo edificio”, recordó.
Para su edificación “la Provincia no tuvo que poner dinero, sino que llegaron inversiones empresariales. El diseño de la escuela es un modelo único en la Argentina, con el objetivo de ayudar al medioambiente durante su construcción”, detalló la directora.
En su diseño, “está pensada de una forma que soporte el calor y el frío, regula la carga del agua en los sanitarios y la construcción tiene pocos artefactos de uso eléctrico. Además, se instalarán paneles solares y será una escuela totalmente sustentable”, explicó la docente.
Abreu precisó que la población actual “es de unos 200 alumnos, con 16 docentes, entre maestros y docentes especiales. La escuela tiene cuatro aulas y tenemos desde nivel inicial a séptimo grado, en dos turnos”.
Respecto al crecimiento de los alumnos en estos años, indicó que “donde se hace una escuela es porque se necesita”. En los últimos años, “con los NENI, los chicos comenzaron la escolarización antes y las aulas ahora están mucho más pobladas”.
Actualmente, ya como escuela, “se caracteriza por albergar a los chicos más humildes de esta zona”, agregó Abreu. Por este motivo, contó que “se gestiona todo tipo de ayuda”.