Llegó el frío y comenzamos a sacar los abrigos, pantalones y camisetas que se encontraban guardados en nuestro armario. Ya sea para el trabajo, la facultad, el gimnasio, una salida o nuestra rutina diaria es importante contar con una serie de conjuntos básicos para cada ocasión.
Si querés renovarte sin gastar mucho, te damos unos tips para que puedas aprovechar al máximo cada una de las prendas en este cambio de temporada.
Comprá básicos baratos
Los básicos: esas prendas que utilizarás, debajo de la ropa, para mantenerte calentita en invierno, por ejemplo. Son prendas que no dicen nada, y seguramente llamen más la atención sobre los accesorios que estás usando o tus zapatos. Además, dado su repetido y constante uso, se manchan o rompen con facilidad.
Si vas a comprar básicos, compra prendas baratas, seguramente sean de la misma calidad que las de marca, y a un precio mucho más reducido. Como es ropa que estarás cambiando constantemente, te conviene ahorrar por ese lado para poder invertir en algo mejor.
Esperá las liquidaciones del fin temporada
Si compras en anticipación a lo que va a venir, estás pagando el precio máximo al que se va a vender la prenda. Y, si bien es cierto que comprar un nuevo vestido puede hacerte feliz porque te recuerda que la primavera está por llegar, haciéndolo fuera de temporada puedes ahorrar hasta la mitad del precio al que se vendía originalmente.
Se pueden aprovechar las liquidaciones de cambio de temporada por ejemplo para comprarte esas botas o blazer que son un clásico y que hoy se venden a precio full por el inicio del invierno. Es raro comprar una prenda para no estrenarla hasta el año que viene, pero dale una oportunidad a este truco: tu bolsillo te lo agradecerá.
No te dejes llevar por la moda
Las modas son tan efímeras que si compras algo muy característico de este año, lo más probable es que el año que viene pienses: “esto es tan del año pasado”, y no quieras volver a usarlo.
Revisa si el frenesí de comprar ropa que es tendencia y repetir esto todos los años está dañando tu capacidad de ahorrar dinero. Si estás constantemente cambiando tu ropa y no usándola por mucho, entonces no es barata.
Elige prendas que sepas que se van a quedar en tu guardarropa por mucho tiempo. Incluso aunque se trate de ítems de moda, puedes hacerlos una marca de tu estilo una vez haya pasado la tendencia.
Evita las compras impulsivas
Las grandes tiendas suelen lanzar algunas fechas en las que liquidan todo: si asistes, ves un mundo de gente eligiendo artículos y te parece que la tienda se va a quedar vacía.
Dada la competencia y la falta de tiempo, no puedes pararte a pensar si realmente necesitas lo que vas a llevar. Ni siquiera puedes concentrarte en lo que estás comprando: tu mejor suerte será salir de allí con algo que te guste y que sea de tu talle.
Por eso, y aunque sea, en principio, más caro, elige el mejor momento para comprar ropa: que no sea luego de situaciones estresantes, y en un horario en que sepas que no va a haber muchas más personas para confundir tu compra.
Cuenta hasta tres
Una buena forma de evitar comprar impulsivamente es contar hasta tres antes de pasar por la caja. Párate un momento a pensar en tres razones por las que necesitarás esa prenda. Si las tres razones son “la quiero, la quiero y la quiero”, evita seguir en la fila.
Otra manera de comprar ropa de manera inteligente es pensar en tres prendas con las que puedas combinar la que te vas a llevar o en tres ocasiones especiales en que la puedas volver a usar.
Cuida tu ropa
Además de comprar barato y evitar las compras impulsivas, debes cuidar los artículos que ya tienes. Fíjate en las etiquetas la temperatura de lavado y planchado y síguela a rajatabla para asegurar la máxima duración de tus prendas. Si se manchan, trata de quitar la mancha lo antes posible, y busca en internet maneras de limpiar la prenda según el tipo de mancha.
Los trajes de baño son las prendas que menos suelen durar, al menos no si pasas buena parte del verano en el agua. La sal, el cloro y el sol pueden debilitar la prenda, estirarla o hacer que pierda su color. Al quitarte cada pieza, enjuágala bien y trata de lavarla enseguida. Sécala al aire, pero no al sol.
Si se rompió, arréglalo
¿Cómo te va con el hilo y la aguja? No hablamos de hacer tu propia ropa, que es mucho más difícil, sino de tener nociones básicas para poder arreglar las prendas que se rompan. Porque sí, por más que compres de marca, hay accidentes que no puedes evitar.
Con un par de videos de tutoriales deberías comenzar a manejar algunas técnicas para volver a unir tus telas. Es más, incluso puedes ir más allá y aprender a hacer lindos bordados, o a convertir unos pantalones viejos en una falda o en un bolso. Ponerte creativa con las prendas que ya no usas es una forma genial de seguir dándoles vida.
Vendé lo que ya no usas
Cuando te aburras de una prenda, pon anuncios en redes sociales: aunque no recuperes todo lo que gastaste en ella, puedes obtener una buena parte y usarla para ahorrar o para compras más conscientes. Lo mejor de este consejo es que, de alguna manera, más que ahorrar dinero, lo ganás.
Aprovecá las ferias vintage para descubrir tesoros
Otra de las opciones a la hora de adquirir prendas económicas es acudir a ferias de venta de ropa usada o vintage.
Muchas de ellas se convocan a través de las redes sociales así que nada más debes estar atenta a las notificaciones. Estas pueden ser una oportunidad de adquirir artículos únicos, a buen precio además de que al reutilizar prendas le hacemos un favor al medio ambiente.
También hay ferias que son online y que ofrecen sus productos a través de las redes sociales, donde pedís las prendas y te las envían a domicilio.
Fuente: www.euroresidentes.com