El 19 de junio de 2012, en un fallo histórico para Misiones, sentenciaron al cura salesiano Ladislao Chomín (73) a cuatro años de prisión efectiva luego de encontrarlo culpable del delito de abuso sexual simple contra una menor de cuatro años a la que manoseó en una escuela de Apóstoles casi una década antes, hacia fines de 2003.
La sentencia –la más dura prevista para el caso– fue dictada por los camaristas Martín Errecaborde, Eduardo D’Orsaneo y Marcela Leiva en la sala de audiencias del Tribunal Penal 1 de Posadas, donde se desarrolló el debate.
Para el tribunal, las pruebas fueron más que suficientes y Chomín se transformó entonces en el primer sacerdote en ser condenado por un delito de este tipo en la historia de la provincia.
De todas maneras, debido a que superaba ya la línea de los 70 años de edad, el cura salesiano no pisó la cárcel, sino que fue autorizado a cumplir arresto domiciliario en Colonia Liebig (Corrientes).

El Ministerio Público Fiscal estaba representado entonces por la actual ministra del STJ Liliana Picazo, quien acumuló pericias médicas, la denuncia de la madre de la víctima y el desgarrador testimonio de la menor para convencer a los camaristas.
“La niña describió la habitación con lujo de detalles. Recordó el sofá, la tela y como Chomín le sacaba la ropa interior y la manoseaba. Cómo le decía que no tenía que contarle nada a nadie porque la iban a retar y cómo le decía que era su elegida y le daba un caramelo”, detalló en los alegatos Picazo, quien recordó también que el acusado había reconocido en la instrucción de la causa “haberla llevado dos veces a la habitación, alzarla, besarla y darle el caramelo”.
Los hechos juzgados fueron cometidos en los últimos meses de 2003 en la habitación que ocupaba el sacerdote mientras se desempeñaba en una escuela religiosa de Apóstoles, donde también atendía el kiosco.