De la capacidad creadora humana siempre fue remarcado el poder modificador que lleva consigo, poder para actuar sobre el mundo, para trabajarlo como para construir nuevos dominios de mundo: obras, leyes, producciones de cultura, tecnologías, ideas.
Procesos creadores que impulsan arribos a diferentes niveles de conciencia, establecen aprendizajes y es el trabajo con esos niveles de conciencia, por donde el pensamiento activa sensibilidad y contenidos de imágenes que emergen constituyendo mundos en estado de renacimiento, de descubrimiento e incesante expansión.
En Arte Terapia es justamente el proceso de lo creativo lo que nos interesa, es el lenguaje de lo artístico lo que encontramos como vía posibilitadora para trabajar lo creativo, con todo lo que ello implica desde lo psíquico, lo individual, lo grupal, lo social. Este proceso creativo implica ponerse en otro lugar para ver no sólo “a la creación” sino al creador, no tanto al objeto artístico como al “sujeto de lo creativo”.
Uno es expresión del otro, un sujeto es sujeto por su capacidad creadora.
“El artista es el origen de la obra. La obra es el origen del artista. Ninguno es sin el otro”, Martín Heidegger.