Con variadas actividades y una gran carga emotiva, el Club Argentino Danés “La Esperanza” celebró recientemente sus cien años de existencia. Durante la velada realizada en la sede del club, estuvieron el embajador de Dinamarca en la Argentina, Soren Vohtz; el cónsul de Dinamarca en Paraguay, Jorge Johansen; el presidente del club, José Ricardo Johansen, y autoridades municipales, además de las familias dinamarquesas que se reunieron para disfrutar del almuerzo conmemorativo.
La Colectividad Danesa en Argentina fue pequeña pero pujante, y pudo consolidarse sólidamente al traer ideas de desarrollo, mano de obra y, además, haber establecido instituciones donde mantener vivos sus valores culturales. La mayoría de los recién llegados se establecieron en el sur de la provincia de Buenos Aires: Tandil y alrededores, Necochea, Tres Arroyos. Luego, desde allí, algunos se trasladaron más al sur, por ejemplo, a Bariloche, o hacia el norte del país.
A través de la publicidad de la Campaña de Colonización al Alto Paraná de Julio Schwelm, realizada por un señor de apellido Enwgald, de origen danés, varias familias llegaron a la recién fundada Colonia Eldorado, siendo estos pioneros daneses los primeros en llegar en 1919.
Las familias fueron instalándose en el sector sur de la Picada Maestra, en la llamada Picada Danesa (hoy zona del barrio Roulet), donde familias como los Johansen, Kristensen, Mikkelsen, Beck, Moller, Pedersen, sólo para nombrar algunas, adquirieron sus tierras y comenzaron con las tareas de desmonte, quema, construcción de ranchos para vivienda y producir algo de alimentos. Siempre manteniendo la unión familiar y las tradiciones en el interior del precario hogar.
La adaptación de los daneses a las condiciones geográficas y climáticas del lugar, tan diferentes a las de su origen, llevó tiempo y mucho sacrificio, y se necesitó de capacidades individuales, trabajo colectivo, como así también de establecer vínculos entre los colonos daneses con nativos e inmigrantes de diversos orígenes.
En general el trabajo estaba orientado a la actividad rural, los inmigrantes continuaron o recuperaron la condición de agricultores traída desde Dinamarca. Y a pesar de que no todos alcanzaron una situación próspera, la mayoría quedó en la colonia. En sus tiempos de descanso o sosiego recreaban sus canciones, bailes, lecturas, arte, todo sin olvidar su fe: rezaban por un futuro sin tantas penurias.
Las reuniones de las familias en casas particulares hacían la vida más amena, las charlas ayudaban a adaptarse y a realizar los cambios necesarios para poder seguir, realizaban intercambios de productos, de ideas, de herramientas. Esto los llevó a pensar en tener una asociación con la cual vincularse. Y fue así que entre charla y charla decidieron conformar una institución que los uniera. Comenzaron con las reuniones preparatorias, en las que también participó Julio Schwelm, y el 18 de junio de 1922, a las 17, en la casa de Don Mario Johnsen, se reunió la colectividad escandinava y se estableció fundar una sociedad con estatutos y libros.
Una de las preocupaciones de la colectividad era poder dar educación elemental a los niños y jóvenes, y preservar la cultura. Por lo que en 1922 se inició con la biblioteca del Club “Foreningen HAABET’s Bibliotek” que llegó a contar en su catálogo con 1.577 volúmenes. Los libros eran en su mayoría traídos de la Real Biblioteca de Dinamarca o donados por particulares. Fue su bibliotecaria por muchos años la señora Olivia Johansen, y luego reemplazada por Asta Pedersen.
Ex presidentes: Oluf Johansen, Hans Juhl, Martín Eriksen, Carlos Schroeder, María de Ortwed, Mario Petersen, Pedro Beck, Rene Nygaard, Carlos Grondal Eriksen, Waldemar Pedersen, Jorge Pedro Pedersen, Asta Pedersen de Schluntz, Carmen Johansen, Hugo Nielsen, Carlos Kristensen, Alejandro W. Pedersen, Clara B. Andersen, Daniel San Juan, Lidia H. de Johansen, José Ricardo Johansen (presidente 2022).
Cabe destacar el gran reconocimiento de toda la colectividad a Mario Johnsen, viejo maestro danés, que cuando en la colonia aún no había escuela nacional, y donde el Estado escasamente cubría las necesidades de la población en edad escolar, en su casa funcionó la “primera escuela “de la Colonia de Eldorado (y el club donó bancos y un mapamundi).
En 1923, el primer aniversario se festejó en la casa de la familia Helgaard Christiansen y se presentan las banderas de Argentina y Dinamarca que fueron donadas al Club.
Y fue luego en la casa de don Mario Johnsen que se cantaron los himnos de ambos países y se izaron las banderas juntas y por primera vez. Que a decir de los colonos “…sus colores combinaban muy bien entre sí…”.
En el año 1923, Don Martín Eriksen donó dos hectáreas de terrenos al Club, y resolvieron usar la mitad del mismo para el edificio y la otra parte para realizar plantaciones para cubrir los gastos de la institución.
También en ese año 1923 se designó a don Adolfo Julio Schwelm y a su esposa como socios honorarios del club. El matrimonio era habitué de las reuniones y festejos de los colonos, y eran muy apreciados por todos.
Los dinamarqueses seguían trabajando para hacer producir sus chacras, mejorar sus viviendas y se reunían en casas de las familias para festejos, intercambios y para colaborar entre todos. Seguían soñando con una sede que fuera su espacio para actividades y así fue que en 1929 se resolvió iniciar la construcción de un edificio propio para el Club, y Don Oluf Johansen presentó el proyecto o plano que fue aprobado por todos con mucho entusiasmo. Los materiales para la construcción fueron donados por los colonos, quienes también pusieron la mano de obra.
Se estableció que el nombre del Club sería “La Esperanza” (Haabet), y uno de sus objetivos sería fomentar todos los intereses, tanto espirituales como materiales que demuestren su utilidad para la colonia escandinava de Eldorado.
Luego se cambió el nombre “Haabet” por “Dansk Forening Haabet” (Centro Danés Esperanza). Se inauguró la sede con una Fiesta de Carnaval realizada en 1930.
La construcción estaba rodeada de plantaciones de yerba mate, cuyos platines fueron donados por algunos socios, entre ellos, Hans Juhl, y las ganancias de la venta tendrían que cubrir gastos como ser: biblioteca, conferencistas y pastores, entre otros. Se festejaban año tras año celebraciones como: 5 de junio “Día de la constitución del Reino de Dinamarca”, 26 de septiembre” aniversario de su majestad Kristian X de Dinamarca”, y después de la muerte de este, el 11 de mayo” día del cumpleaños de Federico IX”, en octubre “la fiesta de fin de cosecha de la yerba mate”. El cumpleaños de la actual Reina Margarita es el 5 de junio.
En el año 1932 se creó el cargo de Director de Teatro, que recayó en don Oluf Johansen, quien aceptó con la condición que nadie se podía negar a participar en las obras, y que casi todas él escribía! En la cena de festejo del décimo aniversario del Club se presentaron dos comedias, que fueron muy aplaudidas.
En el año 1939, el Club ingresó como socio de la Cooperativa Agrícola de Eldorado. Cabe destacar que las primeras reuniones en las que se discutían la necesidad de la conformación de una cooperativa se realizaron en la sede del Club Danés. En el año 1944, durante la presidencia de la señora Ortwed se concede la Personería Jurídica al Club Danés con decreto Nº31173/4.
La primera comisión directiva electa:
Presidente: Oluf Johansen
Vicepresidente: Andrés Eriksen
Secretario: Pedro Jacobsen Belmar
Suplente: Ture Mortensen
El señor Eduardo Gedde (persona que fue distinguida con el nombramiento de “Ridder of Danebrog” (caballero de la Danebrog-bandera danesa) fue el encargado del cementerio y luego fue remplazado por Ejler Gedde.
En 1947 se inauguraron las ampliaciones de la casa y la instalación eléctrica con motor a dínamo.
En 1984 se cambiaron los estatutos y el club pasó a ser nombrado como “Club Argentino Danés la Esperanza”. En 1985 comenzaron con las obras de ampliación con un nuevo salón hacia el lado norte. En 1987 se inauguraron las nuevas instalaciones. Se continuó con las ampliaciones y remodelaciones, hasta llegar al edificio actual, amplio, confortable, cumpliendo con las normativas de seguridad y accesibilidad necesarias, pero sin perder el estilo arquitectónico nórdico-escandinavo. El club continúa con sus actividades sociales, y con su participación cultural en Eldorado, presentándose en las actividades de aniversario de la ciudad o en los desfiles. Los descendientes de las primeras familias, aún permanecen con actividades económicas varias, ayudando a la pujanza de la Capital del Trabajo.
Un centenar de socios
El intendente de Eldorado, Fabio Martínez, junto a la viceintendenta, Olinda Tucholke, compartieron esta jornada en la sede del club. El jefe comunal entregó obsequios a los visitantes y a los representantes de la entidad centenaria, y destacó la constancia del trabajo de quienes lograron que este espacio se mantenga activo por estos 100 años, lo que refleja la dedicación que también tuvieron los primeros inmigrantes daneses al llegar al país. “Las familias que hoy nos acompañan hicieron y hacen grande a Eldorado, manteniendo vivo el espíritu de su tierra natal”, manifestó.
A 100 años de su fundación el Club Argentino Danés “La Esperanza” aún continúa vigente, y con un centenar de socios activos. “No tenemos referencia de otro club en la provincia, de estas características, que tenga 100 años de continuidad”, expresó José Johansen, presidente de la entidad.
Dentro de ese contingente de pioneros una de las primeras comunidades en arribar fue la danesa. “Habrán sido alrededor de 20 o 30 los que llegaron. Es muy difícil saber con certeza, pero ese es el número aproximado. Muchos de ellos provenientes de la provincia de Buenos Aires donde se habían radicado al llegar. La mayoría eran arrendatarios de tierras y se tentaron con la posibilidad de venir a la Colonia de Eldorado, y aquí ser propietarios”, agregó.
En este escrito elaborado en forma conjunta entre colaboradores y comisión directiva del Club, manifestaron que, para celebrar, se realizó un acto en la plazoleta Oluf Johansen, intersección de las calles Dinamarca y avenida San Martín, donde se izaron los pabellones correspondientes. Tras el acto, los presentes se trasladaron hasta el Museo del Fundador donde se realizó un homenaje a los pioneros daneses. El domingo se efectuó una fiesta en la sede del club, ubicado en avenida Fundador y ruta 12, con música y vestimentas típicas de la colectividad. El evento fue transmitido en vivo para la televisión dinamarquesa.