Una oreja provocó todo un escándalo mundial en el boxeo, justo hace 25 años, cuando Mike Tyson se olvidó totalmente de sus puños para castigar a su oponente en la mordida más infame y más recordada en la historia del deporte.
El gran icono boxístico de finales de los 80’s y mediados de los 90’s se enfrentaba en pelea de revancha ante un Evander Holyfield que siete meses antes le había arrebatado la corona mundial de los pesados por nocaut técnico.
Lo que ocurrió aquel día en el MGM de las Vegas no fue nada de lo esperado por los espectadores. Tyson se había sentido robado en la primera pelea debido a los constantes cabezazos que Holyfield lanzó, y que no fueron sancionados; la tónica se repitió en los primeros rounds de aquella noche, lo que provocó que Mike reaccionara de forma inverosímil en el tercer asalto.
Cuando ambos se trenzaron y sus cabezas se juntaron, Tyson arrancó un pedazo de cartílago a Evander, situación que llevó a los jueces a detener la pelea y a declarar a Mike perdedor, además de que fue suspendido por un año y medio.
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Fuente: diario Marca