Dos testigos declararon en las últimas horas ante el juez de Instrucción 1 de esta ciudad y confirmaron la coartada del acusado de dispararle en medio de un asalto a la comerciante Gladis Beatriz Gómez (39), quien murió tras once días de agonía.
Se trata de una cuidadora de la madre del sospechoso y de la pareja de la declarante, quienes afirmaron ante el magistrado que el imputado, de 28 años, estuvo con ellos cenando la noche del crimen en la localidad de Leandro N. Alem, precisó un vocero del caso.
La audiencia testimonial fue ante el magistrado subrogante Pedro Benito Piriz. Tal como adelantó este Diario, el joven detenido en su ampliación indagatoria ya negó los cargos y dijo que la noche del homicidio estuvo en el domicilio de su progenitora, en Alem, en tanto que a través de su defensa, a cargo del letrado Pablo Ferster, ofreció la declaración de los mencionados testigos para ratificar sus dichos, como así también el de su madre, que será citada en breve.
Los testigos que declararon ayer manifestaron que el involucrado estuvo desde el 27 de febrero pasado en Alem y que regresó a Oberá recién el 6 de marzo, es decir cuatro días después del homicidio. Gladis fue atacada el miércoles 2 de marzo último en el comercio que atendía sobre la calle Piedrabuena de Oberá. A las 21 irrumpió un ladrón y le exigió que le entregara dinero.
Cuando le respondió que no tenía nada para entregarle el hombre le efectuó un disparo que le impactó en la cabeza. El malviviente escapó junto a un cómplice en una motocicleta. Fue la víctima quien alcanzó a pedir ayuda. Cuando llegó la policía estaba consciente y les relató lo que había sucedido. Pero tras once días de agonía se produjo su muerte.