Coleccionar figuras de superhéroes, llevar camisetas de personajes favoritos o ver películas de dibujos animados ya no es exclusivamente de niños. Los “kidults” son adultos con unas tendencias similares de consumo a las que podría tener un niño de 6 años. La diferencia es la capacidad y libertad de decisión sumado al poder adquisitivo propio de una persona adulta.
Esta conducta existe desde hace muchos años, pero el estigma de que los juegos solo son para el público infantil lo ha invisibilizado todo este tiempo. Ahora las marcas han comenzado a ver una oportunidad de negocio, especialmente en una población cada vez más envejecida. Es que la población infantil podría reducirse hasta un 20% en los próximos años.
Por ello la consultora Mediabrands Discovery realizó un estudio al respecto, a través del cual se identificó que la Generación Z y los Millenials son los más afines a esta tendencia, aunque todos los segmentos de edad están involucrados y su incidencia depende del tipo de juego, juguete o “fandom”.
¿En qué tendencias destacan los “kidults”?
El “fandom”
Los personajes y sagas tienen un rol fundamental en el juego para los “kidults”, dado que se
identifican como verdaderos fans. Esta pasión se genera a una edad bastante joven, pero es el “fandom” el que impulsa la compra de estos juegos y juguetes, desde “El señor de los anillos”, “Toy Story” o “Star Wars” a otros más recientes como “Fortnite”.
Un ecosistema propio
Los “kidults” utilizan estos intereses fundamentalmente para desconectar y divertirse, pero también para generar vínculos emocionales con personas como ellos. Redes sociales como TikTok y Twitch suman cada vez más comunidades diferenciadas por sagas, así como eventos enfocados al “kidult” como el “salón del manga“. Este comportamiento ayuda a los adultos a evadirse de los problemas que surgen en el día a día.
Síndrome de Peter Pan
En psicología a algunas de estas personas se les diagnostica el síndrome de Peter Pan. Es decir, el síndrome que evita madurar, pero no por ello olvidan ninguna de sus responsabilidades. Este síndrome se define por un conjunto de rasgos personales que se caracterizan por mostrar una gran inmadurez emocional, dado que no aceptan su edad y quieren seguir realizando todo aquello que hacían en la niñez.
No obstante, también hay expertos que afirman que todo se debe a las condiciones económicas de la sociedad actual. Cuando el poder adquisitivo disminuye, comprar objetos y acumularlos le otorga al individuo una falsa sensación de solvencia.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), hay quien destina la mayor parte de su presupuesto a este tipo de caprichos.
De hecho, la Condusef afirma que un Kidult puede gastar desde 5.000 hasta 100 mil pesos al mes en adquirir este tipo de objetos cuyo target principal son los niños.
Fuente: Marketing Directo y Oink Oink