Día de: Seguir estudiando o trabajando. ¡Porque cada día cuenta, tienes que darlo todo, siempre, el 100%! Mentira. Ni caso, no pasa nada si descansas.
Seguro que has tenido una semana dura y es importantísimo que dediques un día a la semana para no hacer absolutamente nada. Es más, lo que yo te recomiendo es que crees un ritual.
Es decir, que todos los sábados (o domingos) guardes un período de tiempo determinado (que pueden ser 10 minutos media hora, una hora, depende de tu disponibilidad) en el que te aísles del mundo y te lo dediques a ti mismo.
Que sirva para dejar tu mente en blanco durante unos minutos y olvidarte de todo.
Estos descansos mentales son fundamentales para descargar todo el estrés acumulado durante la semana.
¿Y cómo puedes descargar todo tu estrés?
Pues mira, Rosanna (me menciona porque recibo sus mails semanales), hoy los consejos te los van a dar 3 de los miembros de mi equipo en Escuela de la Memoria, porque aquí todos seguimos nuestros consejos a rajatabla.
Y si te digo que no estudies el domingo, mi equipo también lo hace. Pablo Serrano hace lo siguiente: Cada sábado, a las 13:30 del mediodía, cuando el sol pega fuerte, sale al jardín (o a la azotea, depende de donde esté), se tumba mirando al cielo y se pone la canción “Time”, de Hans Zimmer. Siempre la misma canción.
Cierra los ojos, la escucha al completo. Si le apetece, deja que la reproducción automática siga poniendo canciones. Y cuando se tenga que ir, dependiendo de sus planes, se va. Pero esa canción la escucha siempre. La primera. Ese es su ritual, su momento de relax.
Manuel Lacueva también tiene un ritual curioso: él también se tumba bajo el sol, sí, pero no se pone música. No, él duerme. Se hecha la siesta más larga y profunda de la semana, sin interrupciones. Y ahora viene lo peor, para provocarla se pone vídeos largos en YouTube donde salga gente que hable mucho sobre temas que no le interesen y le aburra profundamente.
No falla. A los 5 minutos se queda frito, duerme un par de horas y se levanta como nuevo, relajado y dispuesto a comerse el día y la semana siguiente.
Por último tenemos a Manu Pérez, nuestro experto con el ritual más raro de todos: él se sienta delante (a poder ser delante de una pared blanca) y fija su mirada en un punto fijo. Así, sin más. Descansa su mirada, deja su mente en blanco (mirando una pared blanca, todo en orden) y se relaja durante unos minutos.
¿Qué te parece? ¿Están todos locos y debería despedirlos o no? Bromas aparte, lo que quiero que veas es que, en muchos casos, da igual el ritual, lo que importa es la intención, que te tomes en serio que no puedes estar 24/7 pensando.
Estudiando.
Trabajando.
Haciendo deporte.
Limpiando.
No es así.
Debes parar y si te creas un ritual que sigas a rajatabla los fines de semana, es más fácil mantenerlo.
[email protected] (De mi correo personal R.T.)