Tres delincuentes armados asaltaron ayer al mediodía a la familia del colono Damián Antonio Edegar (65), a quien le fracturaron un brazo para llevarse la camioneta y 180 mil pesos, entre otros elementos.
El productor rural que fue nuevamente víctima de un hecho de inseguridad, estuvo detenido 15 días tras ser acusado el pasado 18 de mayo de matar a un hombre en medio de un intento de asalto en esa misma propiedad, ubicada en picada Santa Rosa (ex kilómetro 1.254 de la ruta nacional 14).
En esta ocasión, los ladrones, ambos con acento brasileño, maniataron a su esposa y a la nieta de 10 años. Cuando Edegar los sorprendió fue agredido y sufrió la grave lesión por la que ahora se encuentra internado en el hospital de San Vicente. Antes de retirarse los ladrones le dijeron al agricultor: “Volvimos para completar el trabajo”, según confiaron allegados a la víctima. Un sobrino del hombre, que en esos momentos lo acompañaba, logró escapar de los malvivientes tras correr 10 kilómetros en el monte para poder avisar de lo sucedido a su familiar.
Frente a una niña
Cuando la policía llegó a la escena se entrevistó con la esposa del colono, Irene, de 61 años, quien habría manifestado que momentos antes irrumpieron en su domicilio tres desconocidos, de 1,80 de alto, robustos, de tez morena, pelo corto, vistiendo ropa usada y con acento portugués. Los delincuentes portaban armas de fuego tipo pistolas.
Le exigieron la entrega de dinero y joyas, posteriormente la maniataron con una sábana junto a su nieta de 10 años. Mientras tanto, Damián Edegar desconocía lo que estaba sucediendo. Estaba trabajando junto a su sobrino de 18 años con los animales de su chacra.
En determinado momento ambos regresaron al domicilio y se toparon con la escena. El más joven de los agricultores corrió hacia el monte, mientras que su tío fue agredido por los asaltantes. Pese a que le quebraron un brazo, los ladrones lo dejaron tirado en el piso y lo maniataron junto a su esposa y nieta.
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Los tres malvivientes se tomaron su tiempo para revisar la vivienda y apoderarse de 180 mil pesos en efectivo, un teléfono celular, una escopeta calibre 16 doble caño, cuchillos varios tipo puñal de mango tallado y huyeron en la camioneta del colono, una Toyota Hilux 4X4 de color gris tipo pick up, dominio OYM-597.
Una vez al tanto de lo sucedido se trasladó un móvil policial al hospital local, donde el médico de turno confirmó la grave lesión de Edegar en una de las extremidades.
Personal de la jurisdiccional y de la Policía Científica acudió al lugar para las pericias de rigor correspondientes.
Diagnóstico inesperado
Cuando los familiares de Edegar se hicieron presentes en el centro de salud de San Vicente donde se encuentra internado, con el objetivo de interiorizarse de lo sucedido, tuvieron la noticia por parte de los médicos que el colono se hallaba aislado pues dio positivo para COVID-19. Esto fue confirmado a este Diario por Rodrigo, yerno de la víctima.
El hombre, en un breve diálogo relató que “ahora cuando mi suegro ingresó al centro de salud se enteró que tenía coronavirus. Ellos, por la esposa y la nieta, están muy schockeados por lo que sucedió y además están mal psicológicamente. El sobrino de Edegar está muy lastimado, porque corrió por el medio del monte para poder buscar ayuda”.
Tal como se publicó en su momento, el pasado 18 de mayo minutos después de las 18, el colono repelió a tiros de escopeta lo que parecía ser un asalto a su propiedad. La confusa situación se fue aclarando con el avance de la investigación. Primero se dijo que el capataz de su chacra y el hijo de éste, fueron presuntamente obligados por un grupo de encapuchados que los utilizaron para que el hombre no desconfiara al ver caras conocidas llegar a su domicilio.
Luego y en su declaración ante el Juez de Instrucción 3 de San Vicente, Gerardo Casco, el colono declaró que dos desconocidos llegaron armados a su casa, lo persiguieron hasta la habitación donde él pudo alcanzar y cargar su arma. Al ver eso, los supuestos asaltantes -que también iban armados- dieron media vuelta e intentaron escapar corriendo. En ese marco el hombre los alcanzó y efectuó un disparo provocando la muerte en forma casi inmediata a uno. En el hecho perdió la vida Jorge Rafael Martínez, de 44 años.
“Justo mi padre cobró dinero”
Alejandra, quien reside en San Vicente, hasta ahora no pudo visitar a su padre porque se hallaba al cuidado de sus hijos menores, sin embargo contó a PRIMERA EDICIÓN que su marido fue a interiorizarse de lo sucedido.
Con respecto al atraco donde sus padres y parientes fueron víctimas ayer, la mujer manifestó que “estoy muy dolida, creo que ninguna familia merece pasar lo que nosotros estamos pasando, desde el primer asalto. Si investigan la vida de mi padre él siempre trabajó y nunca se quedó con ningún peso de nadie. Él juntó peso por peso para lograr su objetivo, nunca salió a robar. Somos una familia que trabaja, nunca van a encontrar nada malo en nuestra vida”.
Con respecto al dinero que se llevaron los delincuentes, Alejandra cargó sospechas sobre todos aquellos que podían conocer los movimientos financieros de sus padres. “Mi papá tuvo la bendición de que Dios le tocó el corazón de cierta gente que le debía y cobró, y se ve que los amigos de lo ajeno estaban pendientes de eso. Justo cobró dinero”, afirmó.
“Era dinero de trabajo. Para nosotros lo que sucedió aquella vez, en el primer asalto ocurrido en mayo pasado fue una tragedia. Hoy (por ayer) no pude hablar con mi madre y tampoco pude ver a mi papá”, estoy al tanto de todas las noticias y de la salud de ellos.