El cabo del Ejército Argentino internado en grave estado con la columna rota y la médula espinal severamente comprometida tras un ritual de “bautismo o iniciación” en el Regimiento de Monte 30 de Apóstoles el pasado viernes, continúa sedado y conectado a un respirador mecánico mientras evoluciona de una infección pulmonar y se aguarda para poder volver a operarlo e implantarle prótesis que le permitan, al menos, poder recuperar la movilidad desde el cuello a los pies.
El joven de 26 años sufrió la rotura de dos vértebras tras un golpe en la espalda y caída a una pileta vacía del regimiento de Apóstoles, en un cuestionable “bautismo” junto a sus compañeros que finalizaron el curso de suboficial y habían celebrado el logro con un acto y almuerzo de camaradería el viernes 8 de julio. Mientras sus familiares rezan por su evolución en las escaleras de un sanatorio de calle San Luis y avenida Mitre, continúa la investigación interna en la fuerza militar. A la par ayer asumieron los nuevos jefes del regimiento donde se registró el ataque y ritual violento.
Al menos quince testimonios de integrantes del Ejército fueron recogidos sobre lo sucedido y se espera que la Justicia Federal defina los próximos pasos para determinar responsabilidades. Los compañeros del curso de Verón fueron trasladados al Regimiento de Monte 12 en Posadas mientras se aguarda que puedan declarar sin presiones.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN adelantaron que una vez que “Michel” Verón se cure de la infección pulmonar, podrá ser intervenido quirúrgicamente para que dos prótesis lo ayuden a reemplazar las vértebras rotas por la caída a la pileta sin agua y pueda iniciarse el tratamiento para recuperar reflejos.
Por su juventud, el pronóstico aunque sigue marcándose como grave se avizora como favorable. No obstante, permanece con asistencia respiratoria y sedado hasta tanto pueda controlarse emocionalmente ya que al despertar y notar que no tiene aún sensibilidad desde el cuello a los pies, se pone nervioso y no resulta positivo para el cuadro de evolución que buscan los médicos que lo asisten.
Regimiento 30 con nuevos jefes
Aún bajo la conmoción por lo sucedido al suboficial “Michel” Verón, se realizó ayer la ceremonia de puesta en funciones al nuevo jefe del Regimiento 30 de Apóstoles. El teniente coronel Rodolfo Narváez proveniente de la compañía de Cazadores de Monte 18 de Bernardo de Irigoyen, quien reemplazó al teniente coronel Patricio Justo del Niño Jesús Trejo. El mayor Sebastián Pérez proveniente de la Escuela Militar de Monte reemplazó al saliente segundo jefe del regimiento, mayor Sebastián Notaro.
La ceremonia fue presidida por el comandante de la Brigada de Monte XII coronel Sergio Jurczyszyn.
Narváez es licenciado en Administración, especialista en “Estrategia Operacional y Planeamiento Militar Conjunto”, oficial de Estado Mayor y de Estado Mayor Conjunto. Según el comunicado oficial posee aptitudes especiales de Monte, cazador de Monte, paracaidista y asalto aéreo. Capacitado como instructor de monte, escalador y esquiador militar.
Sebastián Pérez es licenciado en Administración de Empresa, oficial asesor de Estado Mayor, especialista en Logística de Personal, posgrado en Planeamiento y Gestión de Recursos Humanos de Organizaciones Militares. Con aptitudes de cazador de monte, instructor de monte, tiro y combate.