Los investigadores del asalto que cometió el pasado miércoles una banda armada en perjuicio del colono Damián Edegar (65), vincularon a los mismos delincuentes a otro atraco cometido el mismo día.
Esta vez un robo en modalidad piratas del asfalto, perpetrado en Montecarlo. De esta manera ahora a la gavilla, que se cree lidera un prófugo de nacionalidad paraguaya, se le sumó un tercer hecho.
A esta banda integrada por tres hombres también le adjudican la sustracción de una camioneta a un agricultor domiciliado en la colonia Guaraní, caso denunciado el pasado viernes.
El modus operandi y otras características hacen presumir a los efectivos que se trata de la misma organización delictiva.
Por estas horas no se descarta desde la investigación que continúen en fuga por la zona centro de la provincia. La policía estima que comercializan los vehículos robados y se los venden a contrabandistas de cigarrillos, tal como publicó ayer este Diario. Fuentes del caso confiaron que hay alerta policial en varias jurisdicciones por un posible nuevo golpe a mano armada.
Derrotero criminal
Según reconstruyeron los investigadores, el pasado miércoles la banda de asaltantes rurales primero golpeó en la chacra de Damián Edegar. Fue al mediodía en la vivienda del colono, en picada Santa Rosa (exkilómetro 1.254 de la ruta nacional 14). Para llegar a dicho lugar se deben transitar 8 kilómetros desde San Vicente.
Se hicieron con la Toyota Hilux gris que aún no fue encontrada y 180 mil pesos. Antes de escapar maniataron a la familia y le quebraron un brazo al dueño de casa.
Desde allí huyeron a gran velocidad por la ruta 14 en dirección a la provincial 15, es decir a 35 kilómetros de la escena del atraco. Su intención era ingresar al centro de la provincia. Esta última vía es terrada y desemboca a la altura de Montecarlo.
Un dato no menor es que los testigos que vieron a la Toyota Hilux gris de Edegar, aseguran que cruzó a gran velocidad por calles y avenidas de San Vicente, incluso casi protagonizó un siniestro vial al ingresar en contramano en una arteria. Esto sucedió 45 minutos después de enterarse la policía del hecho. Es decir que tuvieron ventaja para llegar y perpetrar el segundo asalto.
Ese hecho fue reportado entre las 15 y las 16 de ese miércoles, sobre la ruta nacional 12 (kilómetro 1.535) y a unos metros después del puente Banana -en jurisdicción de Montecarlo-. Un camión Iveco cargado con 17 mil litros de herbicida al mando de un joven de 24 años fue interceptado por un automóvil Peugeot 206 rojo con dos individuos a bordo quienes le apuntaron con armas largas.
Una vez que frenó a un costado de la ruta, el trabajador del volante fue golpeado y luego trasladado con la cabeza tapada y manos atadas a una zona de vegetación en Santiago de Liniers, donde lo dejaron varado. El cargamento tenía como destino Eldorado. Recién a la madrugada del día siguiente el joven pudo avisar a un amigo que lo asaltaron.
Luego que investigadores policiales descubrieran el viernes por la noche el escondite del camión cargado con agroquímicos, trascendió entre las versiones a lo sucedido que los herbicidas secuestrados correspondían a un embarque ilegal que fue “mejicaneado”, precisamente porque se trataba de tóxicos prohibidos por ley vigente en Misiones.
Robo y “canjes”
El viernes último un hombre de 83 años, también colono pero en Guaraní, fue víctima de un asalto en su propiedad cuando tres delincuentes encapuchados irrumpieron violentamente y a punta de pistola le exigieron dinero. Los maleantes consiguieron 200 mil pesos y huyeron en su vehículo utilitario.
Fuentes consultadas por PRIMER EDICIÓN dijeron que no se descarta que se trate de una banda que opera en la provincia y que se cree la lidera un paraguayo fugado semanas atrás de una comisaría de Puerto Iguazú: Carlos Cabrera Carrera (40), con antecedentes por intento de robo calificado.
Según las consultas, puede ser una organización criminal que tenga como logística hacerse de vehículos que luego venden en el mercado negro o al mejor postor de otras bandas criminales dedicadas al contrabando de cigarrillos o drogas.
Las similitudes de los asaltos se centran en que fueron cometidos por la misma cantidad de delincuentes (tres), estaban encapuchados, armados, con borceguíes y ropa oscura al estilo comando y una celeridad para concluir el trabajo como si tuvieran preparación o entrenamiento previo.
Ahora, sumaron un nuevo atraco, el tercero.