Somos millones de personas viviendo en un mismo planeta, cada una diferente de la otra, en su apariencia, en su carácter, forma de ver la vida, vivencias que cada uno tenemos.
No existen dos personas iguales, sin embargo hay algo que nos une a todos, que nos iguala en un sentido, todos funcionamos con la misma energía y esa energía es el AMOR.
Comprender que la única energía que de verdad funciona con las personas es el amor, es tan simple, pero a la vez tan importante, porque entonces ante un problema, sabremos que si queremos lograr un resultado, el camino no es la fuerza, ni los golpes, ni los gritos, el único camino posible para conectar es a través del amor.
Las personas muchas veces reaccionan mal o actúan de determinada manera, por heridas del pasado que siguen doliendo en su interior, en vez de enojarnos podemos regalar una mirada de compasión, tratando de entender que todos libramos batallas internas. Mirar con los ojos del amor, obran en el otro, verdaderos milagros.
Lo bueno del amor es que es muy flexible, por lo que se adapta perfectamente a cada situación y persona, no tiene un único lenguaje; podemos usar las palabras, o los actos, o un abrazo largo o simplemente regalándole nuestro tiempo, nuestra compañía.
El amor es la fuerza más poderosa que saca ese plus que todos llevamos dentro, cuando la situación parece insostenible y que nada tiene salida, el amor es la única vía posible, es ese rayo de luz que se cuela y nos hace pensar que quizás no todo esté perdido, que quizás se pueda, y de golpe sentimos como una fuerza se apodera de nosotros, y sin pensarlo estamos de pie, listos para hacer lo que sea necesario.
El amor no tiene idiomas, es posible entendernos sin importar la lengua que hablemos porque va más allá de las palabras, es una fuerza que se percibe a través de los ojos, es imposible no sentir su calor, y es precisamente eso lo que lo hace tan poderoso, no se explica sólo se siente.
El amor tiene un efecto multiplicador, cuando damos amor, regresa a nosotros de mil formas diferentes y aumentado. Como afirma Albert Einstein: “El amor alumbra tanto a quien lo recibe como a quien lo entrega, es la más poderosa de las fuerzas”.