La piel es el órgano mas extenso de nuestro cuerpo, a través de ella podemos protegernos. Según el lugar del cuerpo tendrá determinadas características: más fina, más gruesa, dependiendo de la función que cumple.
Es así que el mundo exterior y el interior están separados, pero las uniones entre estas células no las vemos, son microscópicas y si hay pequeñas grietas, ya sea por deshidratación, roces, quemaduras, etc., se rompe el equilibrio de protección y queda expuesta la comunicación entre ambos mundos.
Micosis (hongos), bacterias, virus hacen que comience actuar el sistema de defensa de nuestros glóbulos blancos para mantener el equilibrio. Si esto no sucede se produce una infección que puede ser más notable si no es tomada a tiempo y puede costarnos una infección generalizada. A veces, la piel transporta de un lugar al otro estos gérmenes que migran y pueden ocasionar infecciones a otras personas con las defensas bajas.
Nuestras manos guardan infinitas fuentes de contagio, por una u otra causa, podemos estar sanos, pero transportar gérmenes que al tocar a otra persona con defensas bajas y enfermar. Es por este motivo es que uno de los mejores cuidados que podemos tener como preventivo es el cuidado de nuestras manos.
¿Por qué digo cuidado y no solo lavado de manos? Porque el exceso de higiene también puede lastimarnos la piel y ser foco de entrada o transporte de gérmenes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), advierte que la falta de higiene de manos provoca alrededor de 3.5 millones de muertes en niños menores de cinco años, principalmente por diarrea y neumonía.
El lavado de manos para gente común es suficiente con 20 segundos de agua y jabón. Rápido, a conciencia nos cuidamos todos.
Las uñas deben cuidarse de manera especial porque acumulan gran cantidad de gérmenes, con el cepillado para la correcta higiene.
Uso de guantes para todo tipo de tareas domésticas favorece no estar expuesto a tóxicos. Colocarse crema nutritiva o hidratante antes de acostarse ayuda a reponer las mínimas lesiones.
En la cocina
Es el centro de reunión de todos en la casa, es donde dejamos el teléfono, computadora o a veces donde quedan abrigos, bolsos, mochilas o lo que traigamos de la calle.
Un artículo de investigación científica remarca que casi una de cada diez intoxicaciones alimentarias se producen en el hogar.
¿Qué sucede comúnmente? Llegamos, dejamos abrigo, cartera, llaves y las bolsas del súper. Para ganar tiempo saco la carne de la heladera y la coloco sobre la mesada donde tengo la bolsa que traje de la frutería con tomates y cebollas. Me lavo rápidamente las manos, tomo el teléfono para poner música y comienzo.
Aprovecho un tiempito para volar al baño, los chicos me hablan mientras me ayudan con la mesa mientras me cuentan su día, uno estornuda, viene a la mesa, comemos. Esto es lo que comúnmente sucede y nuestro sistema de defensa esta allí para que no sintamos nada.
Pero ¿qué pasa si estoy estresada, sin apetito y no consumo suficiente cantidad de vitaminas, minerales y proteínas y mi cuerpo esta débil? Desde lo básico busco encontrar mi bienestar y el de mi entorno.
Cuidando las medidas de higiene más simples como lavarme las manos, enseñando a mis hijos a hacerlo.
Al llegar o salir de cualquier lugar, lavarnos las manos.
Al realizar alguna actividad en mi hogar, oficina, paseo, gimnasio, escuela: lavarnos las manos.
Sólo 20 segundos para lavarnos las manos pueden hacer la gran diferencia para nosotros y nuestros seres queridos.
Feliz y bendecido domingo.