El tercer tramo del boletazo escalonado en el transporte público de pasajeros de Posadas, Garupá y Candelaria comenzó a regir desde ayer y otra vez despertó una catarata de críticas y quejas por el “caro y muy deficiente servicio”.
Se trata un nuevo “golpe al bolsillo que llega en un momento de mucha incertidumbre económica para la clase trabajadora, pero que para los empresarios del transporte siempre le significan un fuerte incremento en los subsidios”, dijo a PRIMERA EDICIÓN Manuel Morínigo, un usuario de la línea 05, a quien el incremento lo tomó de sorpresa, como a muchos en la jornada de ayer.
Hay que recordar que, el 19 de marzo de este año, se aprobó un incremento del 150% en los valores del boleto único, aplicado en tres etapas y para este 8 de agosto estaba previsto el último.
De esta manera, el boleto único en Posadas vale con SUBE $50 y sin el plástico se eleva a $70. En Garupá cuesta $65 con tarjeta y $90 sin la misma. En tanto, el servicio entre Posadas y Candelaria pasó a costar $76 con SUBE y para quien abone en efectivo el valor llegó a $100.
“Yo no estaba enterado del aumento, encima ya es demasiado tener que llegar a este valor. Ellos ( por los empresarios del Grupo Z) se quejan que no reciben subsidios y que por eso suben la tarifa, ¿por qué nos hacen pagar a los usuarios? Que ellos negocien con los funcionarios y dejen nuestro bolsillo en paz”, fue el comentario de otro pasajero a quien también le tomó desprevenido el aumento.
No obstante, ese no es el gran inconveniente por sí solo. En general los usuarios consultados por este Diario en una recorrida informal se mostraron muy molestos con el Grupo Z ya que, pese a cada nuevo incremento, nunca se cumplieron con las mejoras en el servicio, las cuales habían sido reclamadas durante la audiencia pública previa a la autorización del incremento.
Además, los pasajeros del transporte urbano metropolitano reclaman a diario la falta de frecuencias en los barrios ya que muchos deben caminar varias cuadras para abordar un colectivo.
O, por ejemplo, como las unidades que cubren determinados barrios en la periferia, como lo hace la línea 27, no paran en algunos refugios cuando la unidad viene muy sobrecargada y dejan varados a decenas de estudiantes que requieren de ese servicio para ir a estudiar, graficó Mariana Saracho, presidenta de la Asociación de Usuarios de Colectivos.
“Ellos ( por el Grupo Z) piensan en el bolsillo de ellos y no en el de sus clientes, que ya no pueden soportar otra suba”, dijo. Y agregó: “No sólo no ha mejorado el servicio, sino que va empeorando a la par que suben los precios del boleto”.
“Es impresionante la cantidad de gente que vamos colgados por la puerta del colectivo. Con el incremento de los combustibles, ha sido mucha la gente que deja sus vehículos en casa y viajan en el transporte público”.
“Nosotros, los trabajadores nocturnos seguimos siendo perjudicados. Acá la solución no es incrementar una hora el horario de cierre de las transferencias de Quaranta y Miguel Lanús. La forma de atender al usuario como se merece es brindarle un servicio nocturno digo, no que nos dejen varados sea para llegar a nuestros trabajos o volver a nuestras casas durante la madrugada”, aseguró Saracho.
Además, los pasajeros del transporte urbano metropolitano reclaman a diario la falta de frecuencias diurnas en los barrios ya que muchos deben caminar varias cuadras para poder abordar un colectivo que los lleve a estudiar o trabajar.
“Cuando uno tiene que viajar desde los barrios hacia los centros de salud es cuando surge el problema más grave, cuando no tenemos cómo trasladarnos porque no hay frecuencia”, se quejó.
Desacuerdo Total
No hubo usuario de colectivo ayer que no se mostrara en desacuerdo total con una suba que, en definitiva, ya estaba autorizada y prevista sin tener en cuenta sus intereses ni su economía.
“Son valores inalcanzables, ya no llegamos a fin de mes con estos aumentos y el servicio es pésimo. En la hora pico volvemos todos colgados, En pandemia nunca se respetó el distanciamiento y mucho menos ahora que viajamos como sardinas y casi nadie usa barbijo”, se quejó la usuaria Alejandra Vasco.
Junto a ella Laura García se quejó de la misma manera: “No entiendo como puede ser que nos manoseen de esta manera. No nos tienen en cuenta para nada y sin embargo, si nosotros no subimos al colectivo las empresas van a tener que cerrar o mejorar. Deberíamos unirnos para reclamar por nuestros derechos como nos corresponde como consumidores, la empresa no nos está haciendo un favor”, enfatizó.
Sin SUBE nacional se pierden todos los subsidios de ANSeS
La SUBE nacional tiene mayores beneficios que la misionera hecha a la medida del Grupo Z, ya que por ejemplo a través de la resolución 384/2021 del Ministerio de Transporte, se determinó que el descuento para los beneficiarios de Tarifa Social en el transporte público es del 55% y se aplica a través del plástico federal.
Beneficia económicamente, por ejemplo a jubilados y pensionados, personal del trabajo doméstico, veteranos de la guerra de Malvinas, monotributistas sociales y beneficiarios de Asignación Universal por Hijo, Asignación por Embarazo, programa de Jóvenes con Más y Mejor trabajo, Seguro por desempleo, Seguro de Capacitación y Empleo, Programa Promover Igualdad de Oportunidades Programa PROGRESAR, Programa “Potenciar Trabajo”, Pensiones No Contributivas, entre otros.
El descuento se aplica de manera automática con sólo estar inscripto en ANSeS. Con la SUBE misionera, todos pagan la misma tarifa, provengan de sectores vulnerables o no con excepción de los estudiantes y jubilados que deben inscribirse para obtener la gratuidad.
Lejos de aceptar la llegada de la SUBE nacional, que facilita la recarga como la compra de nuevas tarjetas a menor costo que lo que cobra el Grupo Z en Posadas, Garupá y Candelaria, se anunció el SUBI como App electrónica para el pago de boletos. Fue en junio pasado, cuando aseguraron desde el concesionario que maneja el 100% del Transporte Metropolitano que el 11 de julio se iniciaría la modalidad SUBI.
Sin embargo, nada se sabe de la autorización a la aplicación que demandará pasar el código QR del celular al subir y al bajar de la unidad en la que se viaje para que no cobren el pasaje de mayor valor.
Algunos aparatos, incluso, ya se pueden ver en mal estado en ciertos colectivos, lo que augura el no funcionamiento para cuando finalmente decidan arrancar.