En los últimos meses, numerosos municipios misioneros registraron la presencia de familias mbya guaraní deambulando por las calles, vendiendo artesanías o pidiendo dinero a los transeúntes. El problema surge porque suelen verse varios niños muy pequeños en estos grupos y preocupa la situación en la cual se encuentran. En algunas ciudades se han generado redes de ayuda para estas familias e incluso reuniones con los jefes espirituales de las comunidades originarias. A pesar de no ser algo nuevo, preocupa que esta práctica se sostenga y se ponga en riesgo la infancia.
En este sentido, en el Concejo Deliberante de Posadas, el defensor del Pueblo, Alberto Penayo, presentó un pedido de informe dirigido hacia el Ministerio de Derechos Humanos y la Dirección de Asuntos Guaraníes. El objetivo, es contar con un panorama actual de la intervención de los organismos provinciales para ocuparse de la seguridad de las familias mbya guaraní.
En Posadas
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN el titular de la Defensoría del Pueblo de Posadas, Alberto Penayo, explicó que “es el primer paso para tener un panorama sobre la realidad con la que nos encontramos en virtud a una situación que hace tiempo vemos. Hablamos de la presencia de la comunidad originaria en una situación lamentable, permanentemente pidiendo en la calle o vendiendo cosas”.
Aclaró que entre los puntos a indagarse “la primera cuestión a verse es el tema de los niños, donde existe un trabajo infantil. Además, los pueblos originarios están protegidos por normativas internacionales, nacionales y provinciales”.
Penayo lamentó que “vemos una ausencia de distintos organismos que tienen una responsabilidad: Derechos Humanos y Asuntos Guaraníes. Así que pedimos un informe para que remitan a nuestro organismo para saber el procedimiento a seguir, respetando las normativas”.
Asimismo, compartió que durante la mañana de ayer “se envió una nota directamente al organismo, además de la presentación hecha ante el Concejo Deliberante de Posadas. Ese es un proyecto de comunicación para que a través del Ejecutivo se pida un informe. Ahora se pide de manera propia para saber cómo debe actuarse en mi responsabilidad”.
Respecto a los lugares de Posadas donde pueden verse a personas de los pueblos originarios vendiendo artesanías o mendigando, detalló que “lamentablemente encontramos sobre la avenida Mitre a familias enteras, con quienes intentamos dialogar, pero fue difícil por el idioma”.
El defensor del Pueblo remarcó que “los organismos que tienen un trato directo con esta población, como Asuntos Guaraníes, debería dialogar y ver porqué está sucediendo esto”.
Más allá del informe solicitado a los organismos competentes, “se está pidiendo también el diálogo para ver cómo se actúa. En principio, necesitamos saber qué se está haciendo para ver cómo avanzar. Es una manera de trabajar en conjunto entre todos los organismos del Estado”, agregó.
Alberto Penayo además aseguró que “hubo varias situaciones de denuncias que llegaron a la web de la Defensoría del Pueblo, con imágenes, consultando por este tema. Es un pedido administrativo, con un expediente que se abre de oficio”.
Un problema recurrente en Misiones
Por su parte, la directora de Asuntos Guaraníes, Norma Silvero, contó a este Diario que “es un tema que viene desde hace mucho tiempo atrás”.
Para brindar soluciones, respondió que se requiere “un trabajo continuo que no se va a poder solucionar de un día para el otro”. Puntualmente en Posadas, explicó que han registrado “una presencia muy grande de familias, que pertenecían a más de 20 comunidades de la provincia”.
Remarcó que si bien estuvo disminuyendo la presencia en los últimos tiempos, “estuvimos viendo algunas situaciones de niños y familias, donde detectamos que algunos son de la zona de la ruta 7 (Puerto Leoni, Campo Grande). Estuvimos yendo a corroborar la situación de estas familias que están en Posadas para ver la forma de colaborar para que no tengan la necesidad de viajar a otra ciudad”.
Asimismo, en San Ignacio “también algunos están en la zona de las ruinas queriendo vender artesanías o pidiendo dinero. Es algo que estamos trabajando y nos reunimos con caciques de las comunidades junto con la Municipalidad, la directora de Derechos Humanos, entre otras instituciones para tratar esta situación”, agregó Silvero.
Aclaró que el tema de las familias con niños en la calle “es muy importante para Asuntos Guaraníes. Incluso los caciques se comprometieron a hablar dentro de sus comunidades y ellos dieron a conocer que es una situación tomada prácticamente como un hábito y que se necesita abordar”.
Entre las medidas tomadas desde el Estado aseguró que “ellos reciben ayudas desde programas sociales municipales, colaboramos con asistencia dentro de las comunidades para el desarrollo productivo, porque algunas familias tienen su terreno y desde lo municipal se colaboró con maquinaría”.
Desde la Dirección resaltó que “intentamos acompañar a las familias en este proceso, hablar con ellas porque el niño tiene que estar en su casa y en la escuela”. En este acercamiento, contó que “no puede hacerse de manera brusca, sino que requiere un acercamiento con los caciques y las familias para no dañar su idiosincrasia”.
Generar alternativas productivas para las familias mbya
En este diálogo con las familias, la directora de Asuntos Guaraníes, Norma Silvero, indicó que “consultamos si quieren regresar a sus comunidades, si quieren hacerlo con el vehículo de nuestro equipo o en colectivo. No se los lleva en camionetas a la fuerza, sino que es con respeto y junto con el traductor, que es un compañero mbya que trabaja en la Dirección”.
La responsable del área explicó que estas familias “quieren vender sus artesanías y lo que debemos brindarles es el espacio para que puedan tener un lugar de venta. En Campo Grande se integraron al Mercado Soberano de Agricultura Familiar. En Posadas, se suman cuando se hacen actividades intentamos sumar a los guaraníes. En Oberá tuvimos también una fuerte presencia de familias guaraníes y trabajamos con varias entidades”.
Silvero resaltó que “es importante que ellos sepan cuáles son sus derechos, pero también sus obligaciones, porque si vienen a vender deben hacerlo sin los niños, que deben quedarse en sus hogares. Ellos lo comprenden, pero debe darse este diálogo y tener paciencia”.
Entre las alternativas que han pensado, compartió que en San Ignacio “se está viendo que puedan tener un predio para vender artesanías y producciones”. Como plan de trabajo, opinó que “debemos fortalecer la reivindicación de la costumbre de la producción de la tierra, donde se trabaja con el Ministerio de Agricultura Familiar junto con el Ministerio del Agro y la Producción”. También, en la provincia “una cooperativa apícola brinda talleres para una labor en la producción de miel y yateí”.
Desde la Dirección además “se van a sumar otras personas que son guaraníes, lo cual es muy importante para la inserción de las comunidades”, agregó.
Tanto en Posadas como en Oberá “no hay comunidades originarias, pero ellos se dirigen a las ciudades para vender artesanías y cosas. Ahí podés detectar que provienen de otros municipios”, contó Norma Silvero.