El 13 de agosto el Ex Instituto Kolping de Villa Cabello en la capital provincial cumplirá 40 años de trabajo en este sector de Posadas, el exdocente del Instituto, Aníbal Guerrero en una charla con PRIMERA EDICIÓN recordó los primeros pasos de la institución en aquellos años, hoy lleva el nombre de su fundador, el padre Juan Markievicz.
El Instituto fue una de las obras del sacerdote que allá por los años ‘80, pensaba en los habitantes de la zona de Villa Cabello que era un sector con familias con muchas necesidades. El sacerdote fundó esta escuela de talleres de oficios para que los vecinos se formaran en una actividad.
Aníbal Guerrero fue instructor de Oficio Profesional durante 39 años (1980-2019) en el instituto del curso de Auxiliar Instalador Electricista Domiciliario. Guerrero contó que “La Kolping (como la llamábamos) era un lugar de puertas abiertas para los jóvenes y adultos con el deseo de aprender un oficio, terminar la escolaridad primaria y seguir en la secundaria. Kolping es sinónimo de recreación, educación y religión”.
La historia del Instituto Kolping empezó mucho antes de su creación. Nació como DINEA (Dirección Nacional del Adulto) en el año 1976 y se oficializó recién el 13 de agosto del año 1982 como Instituto Para Adultos Beato Adolfo Kolping. El padre Juan Markievicz, fundador de Villa Cabello, siempre apoyó incansablemente al Instituto Kolping, que era una oportunidad única de brindarle educación y valerse por sí mismos con lo que aprendieron en los Talleres de Oficios, para muchos jóvenes.
“Los recuerdos que tengo son las caras de alegría de los alumnos por las participaciones de las competencias deportivas interescolares, viajes a la Represa de Yacyretá (Ituzaingó-Corrientes), Ruinas de San Ignacio, Iguazú y Mar del Plata, donde algunos vieron por primera vez el mar, fiestas sociales y elección de reinas en toda la provincia de Misiones, los almuerzos y cenas de camaradería en Posadas y Encarnación (Paraguay)”, contó.
Indicó también que al principio “el salón que usábamos era un salón comunitario, que también era la capilla del barrio. Este salón tenía una pared corrediza, cuando terminaba la misa se corría la pared de madera y quedaba un salón de usos múltiples y ahí dábamos clases. Había escuela primaria para adultos, había una aula para todos y un solo maestro. Después se incorporó talleres de oficios, electricidad, peluquería, corte y confección y funcionó desde 1976, yo me incorporé en 1980, con el curso de electricidad. En aquel entonces yo vivía en Villa Urquiza y el colectivo llegaba hasta Tacuarí y 115 y era todo camino de tierra y el colectivo nos dejaba ahí y caminaba. La escuela estaba destinada a aquellos jóvenes y adultos que no habían terminado sus estudios y no tenían formación, el padre Juan (Markievicz) quería que estas personas tuvieran la oportunidad de tener una formación en algún oficio”, dijo.
Contó que aún hoy tiene contacto con sus primeros alumnos “nunca perdí contacto con ellos, la institución fue muy importante para la formación de los vecinos. Nosotros todos los sábados de aquel entonces íbamos a pasar películas en el salón, para entretenimiento, teníamos una tele chiquita, entonces las películas tenían que ser en español porque no se podía leer subtítulos. Alquilábamos las películas en la casa de video del centro y los mismos docentes nos encargábamos de ir a pasarla. Por eso también recuerdo a los directivos y plantel docente por el grado de compromiso con los alumnos y de seguir creciendo y lograr que el sueño del Padre Juan cumpla los objetivos fijados. Mi agradecimiento y reconocimiento humilde a todos y en especial a mis exalumnos y alumnas, que daban sentido a mi profesión de Instructor de Oficio. Ya en el final de mi carrera como docente, en el año 2017, el Instituto Kolping cambia de nombre y pasa a llamarse Instituto Padre Juan Markievicz, fallecido el 16 de julio del 2016”, dijo.