Una jubilada de 76 años fue hallada asesinada de varias puñaladas en su casa del barrio Ñu Porá de Garupá, donde le robaron su motocicleta y sus ahorros, unos 300 mil pesos, entre otros objetos de valor.
La víctima fue identificada como Justina Pérez Viera, quien fue hallada sin vida, ayer poco después del mediodía por una hija de 55 años. En averiguación del hecho fue detenido la expareja de la mujer, un hombre de 56 años domiciliado en el barrio Fátima II.
Personal de la comisaría jurisdiccional (Decimocuarta) se presentó de inmediato en dicho lugar, ubicado en las calles Los Helechos y Los Paraísos del citado barrio. Una vez allí, los uniformados se entrevistaron con la testigo, de 55 años, quien habría manifestado que momentos antes observó que la puerta de la vivienda de su progenitora se encontraba abierta.
Al ingresar, se topó con el peor escenario, la encontró tendida en el suelo y con sangre al lado de su cabeza, ya sin signos vitales. Además, notó el faltante de una motocicleta Honda Wave roja, dominio colocado A098XTI, la cual era propiedad de su madre y 300 mil pesos, un teléfono celular, un manojo con varias llaves de candados y cerraduras.
En base a los testimonios se pudo establecer que la dueña de casa residía sola en dicho inmueble y desde hace dos meses.
Los efectivos solicitaron la presencia de la Policía Científica, del médico bioquímico en turno, de la Dirección Homicidios y de otras unidades especiales de investigación. Al lugar del hecho acudió el juez de Instrucción 3, en turno en la ciudad de Posadas, Fernando Luis Verón, para encabezar las pesquisas tendientes a esclarecer el caso.
Apuñalada desde atrás
Un vocero judicial indicó que, de acuerdo a los primeros informes médicos, la víctima fue hallada boca abajo y con la cabeza de lado, sobre un charco de sangre.
Según el médico policial en turno “presentaba cuatro lesiones punzo penetrantes en la nuca de 1.5 centímetros, otra en el lateral izquierdo de cuello de 1.5 centímetros y otra de 3 centímetros. Lesión punzo cortante en región anterior de cuello, cerca del mentón de 1.5 centímetros. Presenta rigidez generalizada. No tenía signos de defensa”.
Los investigadores aguardaban para las próximas horas los resultados de la autopsia para confirmar el causal del deceso y con que elemento punzo cortante fue provocado, entre otras cuestiones de interés para la causa.
El móvil del hecho continuaba siendo el robo, teniendo en cuenta el faltante de la motocicleta, sus ahorros y el teléfono celular.
“El hecho de haber sido atacada a traición, por alguien que podría conocer y de que la puerta del domicilio estaba abierta y no fue forzada, puede ser un claro indicio de que la dueña de casa conocía a su agresor o que el asesino contaba con llaves de acceso”, confió un vocero.
Por el momento los pesquisas se entrevistaban con vecinos y quienes podrían ser posibles testigos. Una fuente confió que la data de muerte de la víctima sería, según el médico policial en turno, entre las 5 y las 6 de ayer.
En el lugar los efectivos de Criminalística buscaron huellas dactilares y rastros para futuros cotejos.
Tres décadas de convivencia
Según pudo averiguar PRIMERA EDICIÓN, la víctima y el ahora detenido estuvieron durante 30 años juntos. La mujer tuvo dos hijos pero que no eran producto de esa relación, agregó una fuente. Hace dos meses ambos se separaron de hecho.
La mujer radicó una denuncia contra el hombre por violencia familiar el pasado 17 de junio, ante la Comisaria de la Mujer Fátima, dependiente de la Unidad Regional X.
Los voceros agregaron que la relación entre Justina y el sospechoso al parecer “se venía deteriorando desde hace unos diez años”. Sin embargo recrudecieron los conflictos de pareja hace unos meses, cuando la mujer decidió denunciarlo. La víctima tenía un kiosco en el barrio y era muy apreciada por los vecinos.
Anoche, una comitiva policial judicial, encabezada por el juez Verón, allanaba la vivienda del hombre detenido, en busca de los elementos robados y el arma presuntamente utilizada, según precisaron las fuentes.