Ayer, miércoles 24 de agosto, se desarrolló en el Centro de Convenciones un encuentro que reunió a docentes y directivos de escuelas secundarias técnicas públicas y privadas de toda la provincia, para debatir sobre el nuevo Régimen Académico Marco (RAM), y los puntos que deben ser readecuados en este documento para su aplicación efectiva en la modalidad técnica.
Fue así que salieron a flote algunos puntos específicos del RAM con los cuales, las escuelas técnicas están en desacuerdo, tales como ampliar a cuatro el número de previas con las cuales los alumnos pueden pasar de año; y que no haya un límite de inasistencias permitidas, entre otras cuestiones.
Dicho debate se organizó en 15 comisiones integradas por directivos y docentes de distintas secundarias que debían discutir sobre ciertos ejes enumerados que propone el RAM.
Luego de compartir experiencias, historias y situaciones particulares vinculadas a la modalidad y al contexto escolar, cada comisión eligió un representante que manifestó en nombre del grupo las propuestas que surgieron y los ejes en desacuerdo.
Puntos en desacuerdo
Uno de los puntos que más mencionaron los docentes y directivos es la importancia de reivindicar la modalidad técnica y la responsabilidad civil que implica brindar un título profesional. Es por eso que la mayoría coincidió que debe haber un régimen de regularidad y que la condición debe ser el 80% de asistencia a clases. No como prevé el nuevo RAM donde desaparece la figura del alumno libre por exceso de inasistencias.
Uno de los ejemplos que tomaron para reivindicar la importancia de acudir a clases es que muchas de las instituciones presentes brindan talleres trimestrales en los cuales, si el alumno falta a dos o tres clases, estará ausente en el 50 o 60% del taller, siendo imposible para él acreditar sus conocimientos, y para el docente enseñarlos en un tiempo tan breve. Respecto a eso, una de las profesoras planteó, “es importante recalcarle a nuestros alumnos que salen con un título técnico, tenemos que volver a resignificar lo que implica tener esa validación”.

Otra de las expositoras, a su turno, indicó que inocular la asistencia y puntualidad en la escuela es algo imprescindible que le servirá a los alumnos para insertarse luego en el mundo laboral y en las prácticas profesionales, que en todos los casos exigen cumplir un horario establecido.
Siguiendo con el plenario, otro de los grandes desacuerdos con el RAM fue habilitar a los alumnos a pasar el año con el 60% de las materias aprobadas.
En cuanto a eso, una de las expositoras ironizó “se podría exigir sólo el 60% de materias aprobadas, pero me pregunto si en el título después va a decir que es 60% técnico”.
Asimismo, si se llega a aplicar la promoción del año con el 60% de las materias aprobadas, éstas no deben ser las cátedras del área técnica ya que para éstas debería exigirse la aprobación del 100% para pasar de año, enfatizaron docentes representantes de distintas comisiones.
Es por eso que plantearon un sistema donde no se admita pasar de año con más de tres previas, que las mismas no sean acumulativas; y donde se inculque la asistencia y puntualidad como valores prioritarios.
En cuanto a la libreta abierta también fueron muy coincidentes y manifestaron la importancia de poner un límite “para que un alumno que pasó a quinto o sexto año no pueda deber una materia de primero o segundo año”, como expresó uno de los docentes voceros.
Finalmente tras debatir horas tema por tema, manifestaron que tras la pandemia y la virtualidad, de por sí tuvieron que flexibilizar el régimen de evaluación y contenidos, y que estos puntos señalados del RAM llevarían a un desgranamiento del sistema educativo.
Nuevas propuestas
En la jornada no todo fue desacuerdo, tras horas de debate muchos docentes en representación a sus comisiones plantearon alternativas para hacerle frente a algunas problemáticas puntuales como las inasistencias, la evaluación, y el acompañamiento docente.
Una de las propuestas, la más aplaudida, fue articular comedores escolares para las escuelas técnicas. Una idea que se gestó pensando en que el trayecto diario, de ir a la clases por la mañana, volver al medio día para comer en casa, y nuevamente volver a la escuela a la tarde para asistir los talleres, es muy complicado para algunos alumnos técnicos (especialmente los que recorren largas distancias y a los cuales les cuesta cumplir con el régimen de asistencias).
Otra de las propuestas para cubrir las tutorías (que el RAM menciona como espacios donde se podrán acreditar los contenidos de las materias adeudadas), es que éstas estén a cargo de alumnos avanzados que actuarían como ayudantes de cátedra y que luego podrían acreditar, con esta experiencia, las materias vinculadas a práctica profesional. Esta idea surgió a partir que muchos docentes manifestaron no tener tiempo para brindar ese espacio de tutorías, ya que, en la mayoría de los casos, salen de una institución y entran a trabajar a otra sin un margen temporal.
También se oyó la opción que estos espacios estén a cargo de docentes a disposición o recién iniciados que realicen la labor voluntariamente y luego obtengan puntaje.
No obstante, en el caso que se establezca que los mismos docentes del curso deben hacerse cargo de las tutorías, pidieron que esto se considere a la hora de nogociar salarios.
Por otro lado, en cuanto a la evaluación propusieron la implementación de rúbricas y que sí o sí se deba aprobar el tercer trimestre para acreditar la materia, ya que, según lo explicaron, existe cierta especulación de los alumnos que buscan aprobar sólo el primer y segundo trimestre porque “les da el promedio”.