La familia de Jorge Lucio “Kito” Kramer junto a su esposa Aldasi de Lurdes Guarienti reside en Colonia Alicia Baja, donde se dedican a la producción ganadera, aunque como todos los colonos de la zona, han atravesado por diversas producciones como té, citronella e incluso soja.
Cuando era pequeño, por incentivo de su padre, comenzó a tocar el bandoneón, formó parte de una banda musical junto a sus hermanos e incluso compuso una destacada cantidad de temas.
Don Kito contó, en una entrevista a FM Sol de 25 de Mayo, que continúa tocando y ensayando con su instrumento que ya tiene 60 años. “A los 13 años comencé a tocar el bandoneón a pedido de papá. Leo (su hermano) tocaba y yo era pendejo y escuchaba. En aquella época no había televisión, entonces se ensayaba. Así, con el tiempo de mi autoría, tengo 12 músicas”.
También recordó, a partir de una foto que resguarda como tesoro, los años en los que formaban la banda “Los Malucos”, que animaba distintas fiestas, como cumpleaños, casamientos y eventos sociales.
“Se hacían lindas fiestas, la gente bailaba mucho, aunque ahora ya cambió todo. La gente de antes ya se fueron y los jóvenes prefieren otra cosa”, explica Aldasi.
La música para don Kito es una pasión y destacó que eso aprendió de su padre, “a quien le gustaba impresionante. Éramos tres hermanos que tocábamos en el conjunto. De una orquesta de 5 integrantes”.
Familia de productores
Contó que sus padres llegaron a la Argentina en 1930, desde Brasil, a Londero. Luego de un par de años de mucho trabajo, compraron la chacra donde reside actualmente junto a su familia. “Primero adquirimos un derecho y luego terminamos de comprar las tierras de don Schmerkin, que fue el fundador de Colonia Alicia”.
De acuerdo a los datos históricos, se cuenta, que este pionero pidió que se designe el nombre de Puerto Alicia al lugar, en homenaje a una hija que tenía y llevaba ese nombre. Por esa iniciativa, el fundador Schmerkin habría donado terrenos y espacios verdes a la comunidad local.
Como numerosas familias de la colonia, la de Kito Kramer no escapó a los cambios que tuvieron que ir haciendo en la chacra para poder subsistir. “En aquellos primeros años probamos con el té, pero no dio punto porque la materia prima no se podía transportar. No había caminos y lo que venía para nosotros, venía todo en barcazas por agua por el río Uruguay”.
Incluso, en aquellos años a los que hace referencia don Kito, tenían un secadero de té para procesar la materia prima y había incluso interés en comprarles la hoja verde, pero no tenían cómo transportar.
“Papá en ese entonces se enojó, arrancó todo y comenzamos a producir citronella e incluso, lo que levantó el pueblo de Alicia, fue la citronella”, recordó.
Agregó, que luego, por las heladas esta plantación se tuvo que abandonar y comenzaron a producir soja.
“Que fue el fuerte, aunque ahora hicimos potrero y comenzamos a producir animales, entre mi yerno, mi hija”, comentaron don Kito y su esposa, que si bien están jubilados disfrutan de la tranquilidad de la chacra y continuar criando gallinas, que cuida Aldasi.